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Capítulo 1. La mudanza

Luego de 14 horas y 20 minutos sentado en su trasero, una escala en un airbnb, 4 gasolineras y 5 paradas en mini tiendas de 7 eleven's, la familia Sully habían llegado a lo que sería su nuevo hogar, la capital, la Ciudad de Pandora.

–Bueno familia, finalmente llegamos–dijo su padre, Jake Sully.

Los 6 na'vi miraron a través de las ventanas del auto, la enorme ciudad se erguía con majestuosidad conforme avanzaban a través de uno de los 5 enormes puentes que conectaban a la enorme isla con los demás planos de tierra.

Lo'ak bufo con cierta molestia, apartó su vista de la ventana y regresó su interés a su celular, viendo viejas fotos y estados en instagram de sus amigos. El no quería mudarse, de hecho, ninguno de sus hermanos querían mudarse, incluso su madre se opuso a la idea, pero por cuestiones del trabajo de su padre no tenían más opciones. El único más optimista al respecto era su hermano mayor, Neteyam.

"Venga, démosle una oportunidad"

Recordó sus palabras. Tan sólo cruzó sus brazos con resignación en el asiento, escuchando su música y esperando a que finalmente pudiera bajarse de esa prisión con ruedas.

Luego de atravesar el tráfico de la enorme ciudad, llegaron al distrito del bosque. La ciudad se dividía en el centro, donde se concentraba la parte más urbana y muchos na'vis de todo tipo convivían. Después estaban los distritos, enormes hectáreas de reservas naturales donde los diferentes tipos de Na'vi podían vivir con todas las comodidades de su lugar de origen.

Al ser ellos personas del bosque, ahí es donde vivirían.

A pesar de la aparente "artificialidad", todo era natural, solo se contaban con algunos mecanismos tecnológicos que funcionan con energía natural que hacían que los ecosistemas se conservaran y no se dañara.

Habían pasado la división y pronto se vieron rodeados de enormes caminos repletos de inmensos árboles, incluso habían rocas flotantes, pero claro, eran un tanto más pequeñas comparadas con las que había en su viejo hogar. Al menos tendría donde volar en su Ikran, pensó Lo'ak.

–¿Ya vamos a llegar?–preguntó la más pequeña de los Sully, habían preguntado eso desde que emprendieron el viaje.

–Ya estamos a una vuelta, cariño–dijo Neytiri desde el asiento del copiloto.

Y tal y como su madre había dicho, ya estaban enfrente de un enorme árbol y en la copa de este estaba su nueva casa, tenían un enorme jardín y rocas flotantes donde estaban los establos para los Ikran.

Jake estaciono el auto enfrente de la cochera.

–Bueno Sullys, ya estamos oficialmente en casa–Sonrió Jake apagando el motor.

Toda la familia se bajó del auto y estiraron las piernas, Jake se acercó a su esposa y la abrazo.

–Y bien, ¿qué les parece chicos?–preguntó con entusiasmo.

–¡Es muy bonito papi!–dijo Tuk corriendo por el amplio césped.

–Es lindo Ma' Jake–sonrió Neytiti de medio lado abrazando a Jake de vuelta.

–Esta muy bien papá–sonrió Neteyam

Kiri y Lo'ak, los medianos de la familia, eran los que estaban en silencio, no disimulaban el disgusto en sus rostros. No era que no les gustara la nueva casa, era más bien el hecho de que aún estaban algo molestos por tener que mudarse.

Jake notó eso y se acercó a sus hijos poniéndose en medio de ambos, poniendo su mano en el hombro de cada uno.

–Se que es un cambio repentino, pero superaremos esto chicos–dijo apretando afectuosamente el abrazo.