capítulo tres

44 9 0
                                    

— las robaste.

— no tenía opción. — repliqué viendo la caja de las cenizas en una esquina de la mesa, taehyun y yeonjun también le echaron un rápido vistazo.

— no creí que harías algo así. — el mayor suspiró, pasándose las manos sobre el rostro y el cabello. — ¿sabes que podrías ir a la cárcel por eso?

— a él no le importa. — farfullé.

— ¿qué dices?

— las cenizas. no las quería, no ha hecho nada para quitármelas... no le importaba. — ellos dos se miraron por un momento. era tal el silencio que casi podía oírlos juzgándome.

— no deberías haber hecho eso. — me metí otro bocado de arroz a la boca bajo las palabras de taehyun.

— ¿por qué no?

— has robado las cenizas de alguien, soobin. ¿no lo entiendes? — dejé con fuerza el cubierto sobre la mesa y finalmente levanté la mirada hacia ellos. mis ojos inundados en lágrimas.

— ¿por qué les cuesta tanto entender cómo me siento? — por un momento, ninguno dijo absolutamente nada.

— ni siquiera tú sabes cómo te sientes, soobin.

— ¡yeonjun! — lo regañó.

— ¡es verdad! — se volvió a mirarme de nuevo. — pasaste toda tu adolescencia enamorado de beomgyu y nunca pudiste decirle lo que sentías por él... ni siquiera después de su muerte.

— ¡ya basta! — no pude decir nada cuando el menor volvió a replicar, poniéndose en pie de repente. — ¿no te das cuenta de lo insensible que estás siendo?

yeonjun no le respondió. parecía arrepentido por sus palabras y parecía que taehyun iba a llorar.

» estás hablando de beomgyu, dios... ¡él también era tu amigo! él...— no pasó demasiado hasta que se volviera a sentar, llorando tanto que ni siquiera había podido terminar de hablar.

— lo siento...— no hablamos demasiado después de eso. taehyun estaba muy dolido y yeonjun tuvo que llevárselo minutos más tarde.

nunca lo había visto llorar así, ni siquiera había podido despedirse de mí. me preguntaba si taehyun, al estar más cercano a beomgyu que los demás, le habría dolido más su muerte.

— tú has causado esto...

last will. 𝘀𝗼𝗼𝗴𝘆𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora