Contrarreloj [En Edición]

107.

Hanna.

Una semana pasó desde que me enteré de mi accidente, no he podido recordar nada y eso me asusta, me aterra no poder recuperar mis memorias. Pero intento manter la calma, intento hacer todo bien para poder agilizar el proceso.

Para ayudar todo lo que pueda desde mi lugar.

James me chequea cada mañana, me hace preguntas mientras la mayoría de las veces yo me pierdo observando como escribe mis respuestas en su libreta, admirando su rostro con una expresión de plena concentración.

Preguntándome porque me parece tan guapo de repente. Ha sido guapo desde que tengo memoria, siempre ha sido alguien digno de admirar pero ahora era diferente, lo veía distinto, era mucho más consciente de su belleza.

Si bien siempre he tenido una relación especial con él, me dio mi primer beso y hubo veces en las que lo miré de más, no había sentido este terremoto emocional que atraviesa mi cuerpo cada vez que lo veo entrar para asegurarse de que nada me falte y me sienta bien.

Para asegurarse de que todo estuviera bien para mi.

En este momento, termina de hacer unas preguntas con su expresión algo divertida por mis ocurrencias, aunque no he visto que esa emoción llegue a sus ojos ni una sola vez en cada una de nuestras conversaciones.

-Bien, es...-es interrumpido cuando la puerta se abre y Matt se asoma por ella buscándome con la mirada. Espero la reacción de mi corazón al verlo, pero no hay nada, lo cual me parece sumamente extraño.

Siempre me he vuelto loca por él, incluso cuando no quería hacerlo.

Sonríe y me mira pasando por alto la presencia de James, le devuelvo la sonrisa haciendo que entre a la habitación.

-Lamento venir tan tarde, Alex recién me lo informa ya que he estado con Sean este tiempo- se adentra para acercarse a mi-No sabes cuanto me alegra que estés bien Hann.

James se concentra más aún en lo que escribe, ignorándose mutuamente con Matt, quien tampoco ni siquiera se limita a verlo.

-Gracias-mis ojos se apartan de él cuando veo a James levantarse sin siquiera mirarnos de la silla en donde estaba sentado, se encamina a la puerta con intenciones de irse.

-No debes brindarle información de lo ocurrido el último año Matt-habla antes de salir, por primera vez en dirección al otro chico en la habitación-Debe estar tranquila y no forzar su cabeza a recordar. Cualquier síntoma extraño me avisas, con permiso-sale sin dedicarnos ni siquiera una mirada más.

Su retirada me comprime el corazón y mis ganas de pedirle que se quede se atoran en mi garganta, mi vista sigue en la puerta pese a que los segundos pasan, como si eso hiciera que entre por ella nuevamente.

¿Qué me pasa? Dios...

Enfoco los ojos azules que siempre me gustaron un momento después pero no siento nada está vez, de hecho unos ojos cafés llegan a mi mente haciendo que mis dudas aumenten.

-Estaba en una práctica, estoy sudado y debo oler horr...-

-¿Sabes qué pasa con él?- pregunto mirando la puerta nuevamente. Por mucho que lo intente no puedo descifrarlo, no puedo ver a través de él para saber que es lo que le está sucediendo porque no me deja hacerlo.

Se está ocultando de mi.

Matt cierra la boca y hace una pequeña mueca antes de soltar un suspiro.

-No, pero si lo supiera tampoco debería decírtelo.

Hago una mueca, y vuelvo la vista hacia él intentando concentrarme y sacar por un momento al médico de mi cabeza. Matt se encuentra mirándome y por alguna razón que desconozco me siento incómoda a su lado, siento que algo no está bien, que no es correcto. Me fijo en cada detalle, en el color de sus ojos, en la forma de su mandíbula, sus labios...