Lo difícil que es conversar

¿Eso es un beso?

~AMY~

Luego de llegar a casa me puse mi pijama y me dirigí a la habitación de invitados para acomodar las cosas para Sonic.

Mientras organizo la cama siento la mirada del cobalto en mi.

- ¿Qué haces?.

- Organizo donde vas a dormir.

- Ummh, creo que no entendiste.

- ¿Entender el qué?.

- Tu y yo dormiremos juntos... En la misma habitación.

¡Ja! ¿Quiere jugar así? Bien, jugaremos así.

- Ups, claro, se me olvidó - le sonrió para después salir de la habitación.

¿Cómo puede estar tan tranquilo? Calma Amy, eres una eriza fuerte. Mientras pienso en una forma de ponerlo nervioso enciendo la televisión y me distraigo viendo los diferentes videojuegos que tengo.

- ¿Amy?.

- Sonic, ¿Quieres jugar? - sonrió maliciosamente mientras señaló el juego que tengo en mi mano.

-No, gracias, sé que tienes algo planeado.

-Oh, solo pensé que tal vez podrías jugar conmigo y hacer una diminuta apuesta, es todo... Pero si tienes miedo de perder esta bien - Justo en su ego.

-¿Perder? ¿Yo? ¡JA!, Quisieras nena.

Lo observó sentarse a mi lado y tomar un control.

- Estoy esperando a que me digas de qué trata la apuesta.

- Oh, si yo gano me dejaras darte órdenes por un día entero.

- ¿Y si yo ganó?.

- Te dejaré darme un beso- Me relajo al notarlo nervioso y sonrojado - Si no quieres hacerlo, está bien...

- Puedo hacerlo... Yo...¿Puedo besarte donde quiera?.

- ¿Qué?...

- Ya sabes... En la mejilla o en los...

- Puedes hacerlo, si ganas.

- Bien - Lo dice tan confiado que me estoy arrepintiendo.

...

- No puedo creer que hayas ganado - Me dice un erizo indignado.

Me mofo de sus "intentos" de ganar y del como hace su puchero.

- Al menos lo has intentado - Lo observo victoriosa.

- Quiero la revancha - Me dice él completamente decidido.

- Bien, pero aún así puedo darte órdenes el día que yo quiera.

- Vale, si yo ganó aceptaras que soy mejor en esto que tú.

- ¿Y yo qué ganó?.

- Un beso de tu servidor.

¿Este erizo quiere voltear todo a su favor?.

- Huh, me suena a trampa erizo.

- ¿Acaso un beso de mi parte no es suficiente premio?.

- No soy tan fácil de engañar azulito.

- Pide otra cosa entonces.

El besó no estaría nada mal la verdad, pero antes de eso prefiero mi dignidad.

- Quiero...

Soy interrumpida por el timbre de la casa y miro dudosa la entrada principal, ¿Quién puede ser a esta hora de la noche?.