Lo difícil que es conversar

Solo un roce.

~AMY~

Es el cansancio.

Si, eso debe de ser, realmente no tenía ganas de estar con Sonic, además este dolor que siento en el pecho no a desaparecido después de su "confesión".

"Solo amigos".

No esperaba que dijera que algún día podríamos casarnos y tener cientos de hijos, pero aún así tenía algo de fe, algo tan estúpido de mi parte, años atrás lo perseguía como loca y no podía verlo con otra chica cerca porque me hervía la sangre de los celos, pero ya no soy así, no después de eso.

Nadie sabe que yo sé eso, que me lo guardo, que es una de las razones por las que deje de perseguir a Sonic.

- ¿Que esperabas eriza tonta? - Me digo molesta frunciendo mi cara - Ugh, mejor me iré a despedir de los chicos.

Me encaminó al patio donde estaban los chicos pero está vacío, me doy media vuelta y entro a la casa, empiezo a despedirme de la gente y al hacerlo me agradecen de salvarlos o me elogian.

...

Estoy caminando en dirección a la casa de Cream, con está tomada de mi mano.

- Y luego se acerco a mi, te juro que pensé que me besaría.

- ¿Enserio?, ¿Lo hizo?.

- Nope, nos estamos dando el tiempo para que todo fluya bien.

- Me gusta que ustedes dos sean lo suficientemente maduros para tomar las cosas con calma.

- Si... Mmh... ¿Amy?.

- ¿Si?.

- Tu y el Señor Sonic... ¿Han avanzado?.

- Oh - Más que avanzar hemos retrocedido - No, tristemente no.

- Perdón, no quería...

- No pasa nada Cream, da igual - Le digo con una sonrisa amarga.

- ¿Te has rendido?.

- No lo sé - Murmuró triste y es toda la verdad, no lo sé, todo es confuso y no tiene que serlo ya que cierto erizo no demuestra una pizca de atracción hacia mi - Llegamos, nos vemos mañana, ¿Si?.

- Me encantaría, que tenga una buena noche Señorita Amy.

- Igualmente Cream.

Me volteó y comienzo a caminar creo que sería mejor ir a ese lugar, necesito un respiro.

...

Después de unos diez minutos llego al mar, busco mi rinconcito apartado de todo, acá puedo sentirme bien, acá nada me perturba y nadie conoce este lugar.

Me quito los tacones y camino entre la arena y el mar, se siente tan bien el agua en tus pies, siento como si cualquier preocupación se la llevará el mar y solo quedas tú y tu presencia.

Busco mi cesta especial.

Tengo esta cesta aquí para cuando quiero venir acá y no tenga dónde acostarme.

Saco una manta de la cesta y la extiendo sobre la arena, me acuesto en esta y miro las estrellas, las dulces estrellas brillando al lado de la luna, siento mis ojos pesados y no escucho nada más que no sea el mar.

...

Me despierto y noto que todo sigue oscuro al mi alrededor, miro mi reloj y me doy cuenta que son las 3:44 am, me levanto somnolienta y doblo la manta para guardarla en la cesta para esconderla de nuevo en las rocas.

- Quiero ir a casa - Me hablo y empiezo a caminar descalza -Ahora me serviría la velocidad de Sonic.

¿Acaso nunca me caso de pensar en ese erizo?, Las cosas tienen que cambiar Amy, no puedes seguir loca de amor por un erizo que claramente no siente nada por ti.