Lo difícil que es conversar

Un pequeño beso.

~AMY~

Un leve suspiro se escapa de mis labios y volteo mi cabeza para mirar al erizo que, siendo sincera, ahora mismo quiero golpear con mi martillo.

—Habla.

Sonic voltea sus ojos mirando alrededor y cuando estoy a punto de decir algo, él me jala lentamente hasta dirigirnos a una pequeña zona donde hay un diminuto sofá.

Cuando me siento con mirada escéptica hacia el cobalto me sorprendo un poco cuando se arrodilla delante de mi. Mis nervios son un desastre al instante en el que Sonic deja un cálido y tierno beso en mi mano derecha.

—Perdoname, preciosa. Por todo —murmura mientras me mira con una pizca de súplica en sus ojos—. Sé que he sido un idiota todos estos años, que no te merezco. Dios, ni siquiera estar arrodillado frente a ti es suficiente para recibir tu perdón.

Mis ojos se abren como platos y si antes estaba sonrojada, ahora estoy como un tomate.

—Amy, sabes que no soy bueno con la palabras... —habla mientras deja pequeñas caricias en mis brazos— voy a comenzar lento ¿Okey?

Asiento con mi cabeza anonadada por la situación.

—Aquel día, cuando llegaste al taller y estábamos discutiendo, es claro que oíste la estupidez que dije. Es claro que estás en todo tu derecho al no perdonarme por todo lo que dije ese día y mucho antes. Cuando me pediste que saliéramos no podía porque estaba persiguiendo a Eggman, yo creía que estaba planeando algo contra nosotros y estaba estresado —suspira deslizando sus caricias al lado de mi cuello—. No estoy tratando de excusarme, porque la mayoría de veces que te trate mal no tenía excusas.

<<Ames, eres lo mejor que me ha pasado. Me aterra la idea de perderte y no poder volver abrazarte. No te imaginas el dolor que sentía cada vez que resultabas herida, una pedazo de mi corazón se desgarraba al ver heridas en tu hermoso cuerpo —nos quedamos en silencio unos instantes antes de que Sonic deslice su mirada a la mía—. Si quieres que me aleje de ti, lo haré cuando se acabe todo esto del viaje. Pero si decides perdonarme te entregaré todo de mi, todo.

<<¿Qué dices, cariño? —me quedo en silencio intentando razonar la pequeña bomba que me acaba de soltar— ¿Necesitas tiempo?

Asiento nuevamente sin saber qué hacer.

—¿Puedo besarte?

<<¿Por qué no? Quiero besarte también.>>

Una sonrisa temblorosa se asoma por mi labios, me acerco un poco a él y me estremezco al sentir sus manos en mi nuca y en mi cadera.

—¿Lento o desesperado? —pregunta cuando nuestros labios se rozan en un leve segundo y al sentir su aliento en mi boca me desespero.

—Solo hazlo ya —mi voz sale temblorosa y mis rodillas se separan para darle más cercanía a mi cuerpo.

Primero deja pequeños besos por toda mi mejilla y cuando llega a mi oreja susurra:

—Me gusta saber que estás igual de desesperada que yo, muñeca.

Me estremezco al sentir un pequeño mordisco en mi oreja.

—Sonic, si no lo haces ahora te juro que...

Cuando sus labios se estrellan contra los míos un gemido de satisfacción sale de mi garganta mientras sigo el beso lento y mordaz que me brindan sus labios. Cada segundo que pasa una creciente necesidad se acumula en mi vientre, y todo amenaza con explotar cuando siento las manos de Sonic en mi garganta y en mis caderas aferrándose más a mí.

Deslizó mis manos a su pecho y mientras el beso se vuelve más desesperado mientras pasan los segundos, mi necesidad por más también crece, pero no soy estúpida, no voy a botar el orgullo que tanto me costó reunir después del fracaso de varias situaciones.

Cuando me obligo a empujar suavemente a Sonic para alejarlo de mi, lo miro con ganas de más.

—Ese fue un pequeño incitivo para que esperes por mi perdón —murmuro dejando un pequeño y seco beso en su mejilla—. No va a ser fácil, erizo.

...

Estoy intentando conciliar el sueño, pero el pequeño evento no ayuda en nada.

Cada vez que cierro los ojos se me viene a la cabeza el recuerdo de mis labios de Sonic sobre los míos, y dios, esa increíble necesidad de tenerlo entre mis piernas no ayuda en mucho.

Suspiro levantándome de la pequeña cama y cuando deslizó la mirada hacia la salida de la muy pequeña habitación, me arrepiento de levantarme porque me encuentro a Sonic mirándome con una sonrisa de lado en sus labios.

—¿Qué? —pregunto a la defensiva sin levantarme completamente de la cama.

—¿Quieres intentarlo de nuevo?

Mis ojos se abren como platos e instintivamente le lanzo una almohada con fuerza, pero como era de esperar él la atrapa y de un segundo a otro me encuentro debajo de el con mis manos prisioneras encima de cabeza.

—¿Qué estás intentando, erizo? —pregunto intentando parecer valiente.

—Me preguntaba —habla agachándose, quedando más cerca de mi rostro— si alcanzaba a seducirte podría besarte de nuevo.

—Buen intento con eso —un jadeo se escapa de mis labios cuando siento su mano agarrando mi muslo interno, y dios, sé que tengo ropa, pero aún así tan solo un roce suyo me deja jadeando—. Por chaos, Sonic.

El sonríe victorioso cuando se acerca nuevamente a mi rostro.

—Tan linda y dulce —murmura antes de dejar un pequeño beso en mi mejilla y apartarse de mi con su singular rapidez—. Intenta dormir, Ames.

Lo observó salir de la habitación atontada, pero sé muy bien lo que intenta hacer.

Y yo también soy experta en ese juego.

<<Ya veremos quién cae primero.>>