Cuando era pequeño podía ver como los edificios eran claramente mucho más grandes que yo, eso de alguna forma me hacía sentir como una pequeña hormiga que en cualquier momento podría ser pisoteada y nunca recordada por las demás de su comunidad, por el hecho de ser una más.
Una más entre cientas.
Cuando le conté a mis padres sobre mi miedo a las cosas mucho más grandes que yo, ellos simplemente me dijeron que no debía temer, que de hecho los grandes edificios eran mucho más pequeños que la galaxia misma, que ellos eran los que temían de las grandezas que no podemos ver desde una perspectiva mínima como lo era la tierra, que habían muchísimas cosas gigantescas aun sin descubrir y que por su puesto, mi miedo era racional, algo que muchos en esta vida se han dado el privilegio de sentir.
Entonces, el miedo es un sentimiento que nos protege de algo mucho más grande que nosotros mismos: Nuestras experiencias. Creí que por sentir temor de cosas grandes, estas me protegerían de las que son tan minúsculas como yo, para mi mala suerte, pase una semana entera con mucha fiebre y con una horrible gripe que me mantuvo enfermo en cama sin capacidad de poder moverme, después de jugar entre risas en la lluvia con mis amigos.
Cuando cumplí los cinco años, pensé que era todo un heroe, que, gracias a mi semana en cama con una gripe extra mortal, podría salvarme de cualquier cosa. ¡Era inmune a las gripes! Esa era mi super poder, cuando les conté de eso a mis amigos, me creyeron un loquito que si o si debía ir a pasar su vida en el manicomio, lo que no sabían era que nunca invente nada, de hecho han pasado años desde que me enferme de gripe, pero eso es un cuento muy aparte de lo que en realidad quiero hablar y exponer ante todos ustedes, mi adorado público, aquel que siempre me ha escuchado y amado a pesar de todo.
Pues, mi verdadera historia comienza cuando tenía ocho años de edad y apenas iba a segundo grado en la escuela Sakura en Japon, mi país natal, en donde viví ocho maravillosos años al lado de mi familia, comiendo ramen, jugando con mis amigos al Ladrón librado, la varita mágica y arranca cebollas. Para mi esa era una vida perfecta, para ser un niño mis expectativas eran muy infantiles, solo quería jugar, divertirme y tal vez mi mayor sueño al ser grande seria ser maestro, un muy bueno que fuera admirado por sus alumnos y que los guiara por buen camino, tal y como la profesora que admiraba lo hacía conmigo y los compañeros que llegue a conocer en el salón de clases.
A los ocho años aun pensaba en jugar, divertirme, estudiar y sacar buenas notas, la inocencia reinaba aun en mi, y las cosas malas se mantenían tan lejos al estar protegida por mi madre, ya que mi padre murió dos años antes.
La tristeza era tal, que no podía sonreír como antes y comprendí que había un vacío tan inmenso en mi corazón, extrañaría por siempre a mi adorado padre y odiaría al cáncer, enfermedad que me lo quito a tan temprana edad; pero todos, sin importar que, debemos salir delante de alguna u otra forma y eso fue precisamente lo que mi madre hizo.
Después de dos largos años, ella consiguió a alguien que, aunque no podía llenar el vacío que mi padre dejo en su corazón, sanaba lentamente la herida de su partida y eso de alguna manera hacía que la cortada en el mío sanara de igual forma y se sentía bien que el manto oscuro de la depresión ya no nos afectara tanto como antes.
Mi madre conoció a su nuevo esposo en un pequeño viaje de trabajo que tuvo a Estados Unidos, ambos trabajando en la misma empresa solo que mi madre en la sucursal de Japon y al parecer el gusto fue mutuo desde que se vieron por primera vez, Hanagaki Sora fue transferida entonces a ejecutiva y ambos tuvimos que mudarnos y cambiar de país.
Medio año después de habernos mudado a Estados Unidos en Maryland, Jason Carlson junto a su hijo George Carlson se mudaron con nosotras a una casa mucho más grande, con un jardín de verde grama y hermosas rosas, lo que más amaba supongo que era mi habitación era sin duda alguna, el de una principe.
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La luz de mi alma// Mitake
FanficTakemichi es un chico muy serio y todos la toman en la escuela y posteriormente en la Universidad... por mudo. Lo que no saben, es que él cuando tenía 8 años fue secuestrado y vivió horrores con su cautor, lo que dejó un trauma muy grande que le imp...