Una noche lluviosa con la luna llena una carreta se dirige por un sendero lleno de lodo y fango a un extraño lugar apartado de cualquier pueblo pese a ser una propiedad muy grande y valiosa, una mansión con muy mala popularidad, nadie se atreve a ir pese a que ofrece posada y en si la mansión es bastante lujosa.
Corre el rumor que ahí hay fantasmas, y ahora una carreta nueva se incorpora al camino, el bosque reluce de su oscura y tenebrosa apariencia, se nota el miedo y la seriedad de los cocheros que conducían la carreta tirada por dos caballos a lo lejos se puede empezar a notar las luces de aquella mansión, ahora hay tres carretas.
Los cocheros no estaban mas que extrañados temiendo lo peor, ya era bastante raro recorrer ese camino a altas horas de la noche y transportando a nuevos inquilinos para la mansión embrujada, en realidad la mansión se mantenía en pie debido a que ofrece muchos recursos para los pueblos y las ciudades, es completamente sustentable.
No solo es una propiedad enorme de casi 200 metros cuadrados sino que tiene tierra fértil todo el año, ganado prominente, maquinaria y herramientas textiles, talleres de madera, forjas y una cantera, todo lo que cualquier político, comerciante y rey quiere para que sea su territorio y aun así le pertenece a una viuda. Pese a su edad avanzada conserva una belleza envidiable para muchas mujeres de su edad, en el pasado muchos hacían lo imposible por comprar o robar las tierras de esta mujer, sin embargo nunca pudieron hacerse con el territorio, todos los que lo intentaron terminaban mal de la cabeza, ya sea que quedan vacíos sin expresión ni pensamiento como un zombi, locos que se lanzan de un precipicio o paranoicos que se encierran en sus casas hasta que mueren de hambre.
Su fama es tal que solo les queda comerciar con la señora, que es todo lo que les queda a los avariciosos comerciantes, gracias a que sus recursos son muy valiosos no tuvieron mas que conformarse con eso. Un cuarto carruaje se incorpora a la fila justo antes de llegar a la entrada principal, los cuatro carruajes se detienen en una entrada con un arco de metal enredado con plantas de flores y espinas y un largo camino recto hasta la entrada de la mansión.
Se bajan cuatro figuras encapuchadas por la lluvia rápidamente caminan por el camino de piedra, mientras los carruajes aceleran sin mirar atrás, al llegar frente a la gran puerta adornada por marcos de plata perillas de oro y un grabado de una estrella, la entrada estaba techada por lo que las cuatro figuras se retiran la capucha al mismo tiempo, son cuatro mujeres que se miran por un momento, sacan un sobre se dieron cuenta que era el mismo para todas, un sobre amarillo con un sello de un circulo con una línea atravesándolo, después de eso una de ellas toca a la puerta con gran fuerza.
Un hombre viejo y bajito con un bigote fino abre la puerta sin mirar mucho mas las invita a pasar, y justo en frente de la entrada una gran escalera se extiende y al final de esta la figura de una mujer se mantiene en pie.
—¿Que trae a cuatro jóvenes damas a mi hogar?
Todas se miraron por un momento y una de ellas dijo. —Vengo a pedir posada.
Una de ellas asintió y las otras dos dijeron lo mismo, la mujer asintió y les dio la bienvenida mientras bajaba las escaleras hasta estar en el mismo piso que ellas.
—Bienvenidas a mi posada "refugio para almas perdidas", siéntanse como en casa, dejen su equipaje y lo llevaremos a su habitación, descansen ahora y mañana les daré un recorrido. Las habitaciones están arriba, elijan la que gusten.
Todas se miraron por un momento sin nada que decir solo una de ellas dijo gracias y se encaminaron a subir las escaleras despacio, al final de la escalera un gran pasillo mirando a la izquierda y a la derecha con puertas en serie, con mucha duda cada una se dirige a una habitación, una de ellas se va hacia a la derecha y el resto a la izquierda, miraron la puerta antes de entrar cuando una ráfaga de viento las interrumpe de entrar.
De esa ráfaga de viento se materializa un ente fantasmal que toma apariencia de un muchacho apuesto con un traje negro con mangas blancas y un chaleco marrón rojizo y zapatos con adornos de metal.
―Hola y bienvenidas, yo soy su anfitrión. Veo que recibieron mi carta, ellos volverán así que seré breve, aceptaron mi invitación y les diré que es real, ayúdenme y les considere un deseo, pero antes de pasar a las formalidades, déjenme conocerlas. ―El fantasma hizo una pausa observando la reacción de las chicas. ―Díganme su nombres.
La primera chica, de aspecto rudo cabello corto color rojo y traje de cuero, con botas largas un cinturón grande y una expresión decidida y enfocada fue la primera en hablar.
―Mi nombre es Ezil, ¿puedes cumplir cualquier deseo?
―Así es, dentro de mis posibilidades tampoco soy una deidad.
―¡Quiero fuerza!
―Con que fuerza, eso te lo puedo conceder.Se volvió hacia la siguiente chica, cabello negro con un vestido de campesina grande tenía un poco de sobre peso que se notaba en su cara, pero su vestido lo ocultaba dándole una apariencia de mayor edad.
―Yo... Soy Tis, ¿yo puedo ser hermosa?
―La belleza es lo que deseas, claro, no estas mal pero si es lo que deseas...Continuo con la siguiente chica, tenia un cabello largo y desordenado que le tapaba los ojos, por su apariencia inexpresiva destacaba como si estuviera molesta, tenia la cabeza agachada hasta que tuvo al fantasma de frente alzo la mirada y por un momento su ojo izquierdo se hizo visible.
―Dime ¿quién eres, que deseas?
―Soy... Vozi. ―Respondió sin muchas ganas y en un tono muy bajo. ―¿Puedo esconderme aquí?
―¿Esconderte? Claro si, ¿No deseas algo en concreto?
―Lo guardare para después. Quiero pensarlo bien.
―Claro eso es valido.Se acerca a la ultima chica, aun sorprendido por la anterior chica. La ultima chica era bastante normal, cabello negro llevaba un overol botines color marrón y camisa de manga larga, parecía confundida y sorprendida con una emoción en su cara casi infantil.
―Yo soy Mitsy. ―Se adelanto a contestar. ―Yo... no tengo un deseo...
―¿Enserio? ¿Nada?
―Yo también pensaba que podría quedarme aquí...
―Claro no hay problema, si es que me ayudas y después tienes un deseo ese es nuestro contrato.―¿A que te ayudaremos? ―Interrumpe la chica pelirroja.
―Necesito que me ayuden a salir de aquí. ―Las chicas hicieron un gesto de intriga. ―Los detalles se los contare después, ahora les daré el contrato y cuando estén listas de firmar hablaremos del futuro, ahora descansen y tengan dulces sueño.
El fantasma le extiende un pergamino enrollado con un listón rojo a cada una, todas lo tomaron impresionadas por los poderes de aquel espectro, pues logro materializar un objeto, dos de ellas incluso pensaban que no podrían tomarlo por lo que estaban indecisas.
―Por cierto mi nombre es Grael.
Seguido de esto desapareció atravesando la pared con un gesto de despedida teatral. Las chicas se miraron una a la otra sin saber que decir, solo se limitaron a respirar cada una a su estilo, rápido, suspirando, nervioso y pausado, se dirigieron a la habitación que habían elegido. Notaron que sus cosas ya estaban ahí lo que les pareció bastante extraño y casi escalofriante pero al darse cuenta que la mansión embrujada de los rumores era cierta eso es lo que menos les preocupaba, ahora estaban por decidir si permanecer en la mansión o escapar antes de que sea tarde. Todas decidieron quedarse, después de todo no tenían un lugar al cual volver.
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Chicles mágicos
FantasyUn fantasma atrapado en una mansión, le cumplirá deseos a cualquiera que lo ayude a escapar, el no es tan poderoso, utiliza chicles para cumplir los "deseos" de los demás y un mundo de fantasía medieval se desencadenara