Sol Cuevas
La luz del sol se pega en mi rostro deseando correr a cerrar esas cortinas del gran ventanal que adornaba la habitación de Hassan en la casa que rentaban en Cancún. Me moví un poco y sentí algo presionar mi abdomen , la mano de Hassan hace que me pegue más a él y una sonrisa se escapo de mis labios.
Ayer había terminado el show a las tres de la madrugada , Hassan tomo unas dos cervezas con su equipo de producción y luego nos subimos a su auto para llegar a la linda cabaña donde se hospedaba.
Nos quedamos dormidos luego de platicar un rato sobre cómo se vería el mundo si pudiéramos volar, con Hassan era tan fácil platicar de cualquier cosa, me hacía sentir tan cómoda y segura que incluso si estábamos callados se transmitía una paz increíble.
Me volteo y veo al castaño durmiendo tan tranquilo, su respiración era calmada y su ceño estaba ligeramente fruncido, las yemas de mis dedos empezaron a trazar sus hermosas pecas .
Lo beso.
—Si así me levantarás todos los días quédate a vivir conmigo —Sus ojos seguían cerrados y una sonrisa juguetona salió de su boca junto con una risa ronca.
Hassan me toma de la cintura y me coloca encima de el , yo suelto una risa juguetona y empiezo a darle besos en todo el rostro.
—¿Te desperté? –susurre cerca de sus labios, el hacia círculos en mis muslos con las llenas de sus dedos mientras su mirada estaba fija en mis labios y luego en mis ojos.
—Si preciosa, me despertaste –susurro y nuestros labios se unieron —Buenos días Reyna.
—Buenos días Guapo –sonreí .
Me levanto y camino abrir las ventanas no sin antes escuchar a Hassan hablar
—Me encanta como te queda ese short, te hace ver sexy –dice levantándose dejándome ver su torso desnudo y los dibujos impregnados en su piel blanca. —Mi pequeña Sol –dice cargándome tan fácilmente —Tengo ganas de comerte –sonrió juguetón dándome besos en el cuello mientras me llevaba a la cocina
—Hassan tengo hambre , bájame –dije riendo —Necesito mi Matcha .
—Y yo mi taza de café preciosa .
Me reí , Hassan me dejó en la mesada y el fue directo a la cafetera yo tome el matcha ya hecho colocándole leche y miel .
—¿Porque hay papeles en la mesa? –Hassan camina y toma los papeles que había impreso una noche anterior, estoy de vacaciones pero la universidad se empeñó en dejarme tarea.
—Es mi tarea , el profesor quiere que hagamos un debate sobre un tema controversial –me encojo los hombros —Una excusa para forjar carácter.
—Vaya, se me olvido que mi chica estudia en Oxford y será abogada –sonríe dándome un beso en la Mejía —Me sacarás de la cárcel .
—Oh Hassan no digas eso –lo empujo .
El iba decir algo cuando su teléfono empieza a sonar y el nombre de Oliver refleja la pantalla —Ahora vuelvo hermosa –camina a la alberca y yo me quedo observándolo .
Estoy muy flechada por este chico,
—¿Si?
—¿Sol? ¿Donde demonios estás? –la voz de mi padre me hace caer en cuenta que me había ido con los chicos sin avisarle
—Cancún –susurro y el suspira .
—Sol acabó de leer una nota –oh no —Necesitamos hablar sobre tu escapada con el ranchero ese .
—Papá .... –ruedo los ojos —Se llama Hassan ¿y que dicen las revistas amarillistas? ¿Que la hija de Antonio Cuevas anda de floja con un cantante Mexicano? Porque si es por eso ahórrate tu discurso .
—Sol.... –su voz de advertencia me hace sentir mal
—Papá nos vemos, estoy en Cancún con los chicos , no estoy sola , déjame pasar estos días aquí.
—Y luego volverás y lo traerás contigo , quiero conocerlo
Trague duro, ni siquiera sabía si Hassan y yo éramos novios.