LAS BRUJAS DEL APARTAMENTO 1307

IV - ABSOLUTAMENTE NADA DE CELOS

La forma más rápida de describir a Geraldine Fern sería "Ese dibujo de las portadas de los discos de Duran Duran" o, al menos, eso fue a lo que Julie dijo que se parecía cuando Mildred le enseñó una foto de las dos juntas durante una rápida visita en unas vacaciones, lo que hizo que Millie buscara qué era eso.

"No le veo tanto el parecido, mamá". Millie admitió, tomando un sorbo de su té, sentada frente a su madre en la mesa de la cocina, mirando la foto en su teléfono.

"Ella es bastante hermosa, amor, eso es básicamente lo que quiero decir; Ese tipo de belleza". Julie señaló la foto que su hija sacó del teléfono. Tomó un sorbo de su té y preguntó con cuidado; "Supongo que esto significa que has superado ese pequeño momento que tuviste con Ethel".

"¡Oh, sí!" Mildred sonrió. "Fue sólo un momento que... tuve. Sigo disfrutando, ya sabes, de ser amigas". Se rió entre dientes; "Eso fue inesperado".

"No mentiré, me sorprendió un poco... Después de todas las acrobacias que hizo esa chica". Julie estaba tratando de ser cuidadosa con sus palabras, encontrando un poco difícil ver a Ethel siendo otra cosa que la aparentemente malcriada y mezquina niña que había imaginado por las acciones de la chica.

"Es el pasado, mamá. Millie le dio la espalda, respiró hondo y sonrió: "Las cosas han cambiado tanto desde que empecé la universidad. De repente tengo una habitación mejor, una novia, soy amiga de mi némesis de la escuela, trabajar en la panadería es bastante genial, todo el mundo allí es muy agradable también, especialmente Charlie y su tío."

"Estás creciendo". Dijo Julie mirándola con una sonrisa.

"¡Lo sé! Es sorprendente cómo está resultando mejor de lo que esperaba". Mildred le dedicó una sonrisa pícara, haciendo reír a su madre, pero también provocando en Julie una oleada de nostalgia. Mildred ya tenía casi veinte años, pero cuando su madre la miraba, a veces seguía viendo a su niña; la misma sonrisa, el mismo brillo en los ojos, el mismo entusiasmo.

"No me sorprende en absoluto". dijo Julie, terminándose el té.

Millie rió entre dientes "¿Ni siquiera un poco?".

Julie hizo una pausa e hizo un mohín, fingiendo estar pensativa por un segundo; "Está bien, tal vez un poco..." y ambas soltaron una risita.

"Estoy deseando que vengan Maud y Enid. Hace casi un año que no estamos las tres juntas en el mismo sitio". Mildred se cruzó de brazos encima de la mesa: "Lástima que Ethel vaya a visitar a su abuela mientras ellas están aquí, quizá podamos salir las cuatro y hacer algo juntas. Bueno, cinco en realidad, yo también invitaría a Gerry". Sonrió.

"Creí que habías dicho que Ethel y Gerry no parecían gustarse mucho". preguntó Julie, sirviéndose más té.

"No lo hacen, pero eso no me impide tratar de reunirlas, especialmente con más gente alrededor, tal vez entonces Gerry se relaje un poco". Mildred suspiró.

"¿Tratar?" Julie arqueó las cejas.

"Gerry es bastante dura con Ethel... Sobre todo por cómo se portó conmigo en la escuela".

"¿Le contaste sobre eso?"

"No mucho, pero al parecer esas cosas se difundieron. También era amiga de una chica que salía con Ethel antes de que la trasladaran a Pentangle al final del primer curso. Así que ya sabía algunas cosas, como que Ethel me convirtió en rana una vez y me robó el proyecto aquella otra".

Julie levantó una ceja: "¿No fue eso en el segundo año?" Señaló. Tal vez, después de varios años de trabajo académico con la magia, Mildred había olvidado lo mucho que se devanó los sesos para sacar aquel proyecto, pero Julie aún lo recordaba vívidamente.