Eritrofobia ⋆.˚ YeonGyu

¿Hyung?

ᵕ̈ Todos los créditos a; @-nayture

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「Miércoles」

—Mira el lado positivo, es muy probable que tengas que besarte con Hyunjin, ¿No es eso genial? ¡Serás la envidia de la escuela! —Soobin seguía intentando reconfortar a su amigo sobándole la espalda. —¡Oye, se me acaba de ocurrir algo! Hyunjin nunca habló acerca de su sexualidad, la gente deduce que él es heterosexual sólo porque le sonríe a las chicas que van a coquetearle, pero nunca ha aceptado los sentimientos de alguna. ¿Quién te dice que Hyunjin no va a enamorarse de ti gracias a esa obra? Después tú también te enamorarás de él, tendrán muchas citas juntos, serán novios, se darán sus besitos a escondidas, pasarán diez años de su relación, se casarán, adoptarán muchos cachorros y niños, verán a sus hijos crecer y morirán tomados de la mano viendo el atardecer...

—No ayudas en nada, pensar en que voy a morir en un futuro solo me pone más triste... —Dejó escapar un largo suspiro dando pequeños golpes a la pared con su cabeza recargada, apretando los ojos para evitar llorar en alto. —¿Puedo tener tanta mala suerte? En menos de seis meses vamos a graduarnos y me suceden todas estas cosas... ―Soobin lo miró extrañado. —¿Puedes llevarme a cenar un día antes a la obra e intoxicarme para no ir?

—Espera un segundo, ¿"Todas estas cosas"? Lo único malo que te ha sucedido es ser la princesa de la obra, ¿O te sucedió algo más y no me has contado?

—Ah, cierto, no lo hice. —Recuperó su postura derecha, miró los papeles en su mano y le extendió algunos a Soobin, el cual ya no tenía más para pegar. — El día que asistimos a clases con resaca conocí a un mocoso mal educado cuando fui a vomitar al baño.

—¿Y? ¿Te hizo algo?

—Se ha burlado de mi... —Dudó por un segundo sobre sí decirle, sin duda Soobin se reiría. —Llamándome "Choi Tomate".

Quiso aguantar la risa apretando los labios al escuchar el apodo, pero solo logró hacer un sonido extraño, salpicando el rostro de Yeonjun con saliva. Su amigo lo miró mal, con ganas de hacer un bollo todas las hojas en sus manos y rellenarle la boca con ellos para qué viera lo gracioso era.

—Lo siento, ha sido muy bueno. —Confesó antes de estallar en risas.

—¡No lo es, imbécil! —Golpeó varias veces a Soobin con los papeles en su mano, haciendo que varios de ellos cayeran al suelo. —Vete a la mierda, Choi. —Dijo en un tono enojado antes de agacharse a recoger todo lo que había dejado caer por culpa de su tonto amigo que continuaba riéndose de él.

Recogía cada folleto enfurecido, maldiciendo a los padres de Soobin por dejarlo caer a penas lo dieron a luz, cuando choca inesperadamente con otra mano. Al elevar la mirada para ver al dueño, deja de maldecir a los padres de su mejor amigo para maldecir a los suyos por dejarlo nacer sin saber que tendría tanta mala suerte al vivir en el futuro.

—Tú... —Señaló levantándose con los folletos desordenados en la mano.

—¿Yo? ¿Me recuerdas?... —Dijo con una sonrisa al extenderle lo recogido por él al mayor. —¿Tú estarás en esa obra, hyung?

Yeonjun arqueó una ceja, ¿Con qué confianza lo llamaba "hyung"?

Apenas conocía al niño ese y ya le caía mal, muy mal.

—No te interesa. No vuelvas a llamarme hyung. —Arrebató los folletos de la mano del contrario, furioso no solo con Soobin, también con ese niño y con la vida en general.

—Me interesa saberlo, sería la única razón por la que iría a verla...

Cuando se trataba de cumplidos, Choi Yeonjun los odiaba más que el olor a gasolina.

La primera vez que recibió un elogió, fue a los once por su amigo Taehyun. Era la primera vez que asistía con su nuevo amigo a una fiesta de Halloween, y no podía estar más emocionado de ver el traje del contrario, esperanzado de que no le dijeran algo de su traje de astronauta. Apenas se encontraron, el primero en reaccionar fue el mayor, soltando un sonoro "wow" seguido de un "Yeonjun, tu traje es genial, te ves demasiado bien". La alegre expresión de Tae decayó cuando recibió un semblante serio acompañado de un rostro rojo en respuesta. Yeonjun le pidió que nunca más en su vida le volviera a decir algo así, de no ser de esa forma, no le importaría cortar con su amistad. Luego de eso, se fue enfadado a su casa echando humo por las acaloradas orejas, dejando a un niño vestido de esqueleto con un signo de interrogación sobre su cabeza.

En adelante, al segundo de conocer a alguien, les ordenaba que no lo elogiaran o patearía sus ingles sin pudor. Y es así como sólo conservaba tres simples mejores amigos: Kang Taehyun, Huening Kai y Choi Soobin.

—No, no seré participe. —Mintió. Si ese mocoso ya se había reído de él la primera vez que se conocieron en la puerta del baño, era evidente que lo haría de nuevo eternamente al verlo vestido de princesa en la obra de la escuela. Seguramente tomaría fotos y las pegaría por todo el lugar, lo subiría a las redes, y así sería eternamente , recordado como el chico de último año que vistió como Aurora.

No, definitivamente Yeonjun haría lo imposible para que no fuera a verlo. Ese chico podía ser una amenaza para él y su nula reputación.

—¿Por qué? ¿No quieres?

—No estoy interesado en esas cosas.

Como si su semana no hubiese comenzado asquerosamente mal, Soobin hizo acto de presencia pasando su brazo por los hombros de su amigo, agregando un punto más en la lista de "terribles momentos en la semana de Choi Yeonjun".

—¿Este es el niño del que me has estado hablando? —Preguntó sonriendo inocente, ignorando la mirada que le lanzaba dagas de fuego directo a su rostro por parte Yeonjun. —Déjame decirte que has estado invadiendo la mente de este idiota desde su primer encuentro en el baño.

Yeonjun pisó su pie furioso como último método para callarlo, causando que soltase un alto alarido que espantó hasta las cucarachas del cuarto de limpieza. En la cabeza de su mejor amigo ya estaba siendo mutilado, cortado en miles de cientos de pedacitos para ser entregado como comida a unas pirañas desnutridas.

—¿Enserio? ¡Que casualidad, hyung también no ha salido de mi cabeza! Él parece ser una persona muy tierna. — Contestó con una enorme sonrisa.

—Aw, no pareces ser un pésimo chico como mi amigo te idealizó. —Acarició un poco su pie con un puchero en sus labios.— Lamento tener que arrebatarte a tu nuevo amigo, pero debemos seguir pegando folletos, ¿Verdad, Tomatito?

Ya al límite de golpear a Soobin, tomó el brazo de este en un fuerte agarre y tiró repentinamente de él para irse caminando con la olla destapada lejos del mocoso.

El estudiante de cuarto año soltó una risa al ver como Yeonjun pateaba el trasero de su amigo repetidas veces como castigo mientras caminaban.

Yeonjun sin duda era alguien a quien quería seguir viendo, poniendo como excusa que le gustaba molestarlo.

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