𝐍𝐀𝐂𝐈𝐃𝐀 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐄𝐋 𝐂𝐈𝐄𝐋𝐎 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀𝐃𝐎 𝐘 𝐋𝐀𝐒 𝐏𝐈𝐄𝐃𝐑𝐀𝐒 𝐃𝐄𝐋 𝐑𝐈𝐎, Dione era una hermosa recién nacida bendecida por los dioses siendo hija de una ninfa y un humano. Tras el descubrimiento de una posible hechicera e...
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DESDE QUE NACIMOS, hemos dependido del amor de nuestros padres para seguir vivos. Y así fue como creció Dione, el amor de Esme y Carlisle por el nuevo miembro de la familia superando cualquier otro vínculo desconocido.
A lo largo de los años, siendo la única humana y la más pequeña de la familia, Dione fue mimada por todos.
Era muy fácil complacer a la chica, le gustaba todo lo que hacían, sobre todo en lo que se refería a la música.
Si Dione quería algo, se lo daban. Así fue durante los quince años que estuvieron con la niña.
Los Cullen no podían negar que tenían cierta curiosidad por la chica que, aun muy joven, resultaba bastante atractiva a ojos desconocidos.
Carlisle creó varias teorías a lo largo de los años, una de ellas era que la niña era una hechicera, podían ser tanto hermosas como horribles.
Sin embargo, era natural, los hechizos no cambiaban la apariencia de nadie de forma permanente.
Y al final, todas las teorías vampíricas fueron descartadas cuando Dione, a su vez, tuvo un sueño peculiar cuando era más pequeña.
FLASHBACK.
Por primera vez en días, todos los Cullen estaban reunidos en la habitación para pasar la noche.
Nada importante estaba sucediendo allí, los vampiros solo disfrutaban de la presencia del otro durante la noche actual.
Dione estaba arriba en su habitación, la única niña de cinco años dormía plácidamente, los vampiros podían escuchar los latidos tranquilos de su pequeño corazón.
Mientras algunos de los vampiros hablaban entre ellos, Carlisle tenía un libro en sus manos y una mirada extremadamente concentrada en su rostro.
El Cullen mayor estaba buscando cualquier cosa, cualquier indicio de lo que podría ser Dione, todos los vampiros en la habitación sabían que no era un ser humano normal.
-Cariño, no te preocupes tanto. - dijo Esme poniendo sus manos sobre los hombros del rubio.
Todos en la sala miraron al patriarca con preocupación.
-De eso trato. - Carlisle palmea una de las manos de Esme. -Pero siento que si no lo hago, rondará mis pensamientos en todo momento, apenas puedo concentrarme en el trabajo. Sé que no me quedaré quieto hasta que descubra la verdad sobre Dione.
