Ira

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Tw// auto lesión
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Sonic el erizo salió furioso de la guarida de Eggman, con la ira ardiendo en su corazón. No podía creer que eggman lo cuidara cómo si realmente le importara, algo tramaba, de eso estaba seguro.

Mientras avanzaba por villa Erizo, Sonic comenzó a recordar los síntomas que había estado experimentando: un ligero tambaleo en su andar, una sensación de mareo al correr a altas velocidades y una disminución en su capacidad para saltar y su ahora más reciente síntoma, no poder enroscarse cómo debería.

Se detuvo en seco, dejando escapar un suspiro de frustración. "Mierda, ahora qué?" Susurró para si mismo mientras caminaba, reflexionó sobre todo lo que ha pasado en tan solo unos días, también recordó una conversación que tuvo con su equipo hace no mucho tiempo, recordó la vez que Amy perdió su martillo, el equipo entero la ayudo con eso pero... Amy dijo algo que en su momento no le dió mucha importancia pero que ahora parece estarlo torturando de a poco "es duro no tener mi martillo, el me define, ¿Quién es Sonic sin su rapidez?..."

-Si, ¿quién es Sonic sin su rapidez? No soy nada sin eso- reflexionó Sonic, sus ojos se humedecen con tan solo pensarlo, se quedaría sin equipo si los muchachos se enteran de su condición, todos lo dejarían de ver cómo el héroe que siempre ha sido.

Sonic se recuesta derrotado en su hamaca, pensativo, entre más lo pensaba su humor empeoraba ¿Por qué, de todas las personas...tenía que ser él? El que debe ser fuerte siempre, un héroe en toda regla, ¿No es demasiado joven para esto?

Una sensación de frustración comenzaba a apoderarse de su ya no tan ágil cuerpo. Con una mirada melancólica, se levantó, se acercó a la ventana y dejó que sus ojos divagaran por el paisaje exterior.

En ese preciso instante, un pájaro se posó en una rama cercana, sus alas desplegadas como si bailara con la brisa suave. En lugar de encontrar consuelo en la belleza de la naturaleza, Sonic sintió un repentino estallido de ira hacia el pequeño ser alado. La injusticia de su propia velocidad reducida, el constante dolor que se apodera de su cuerpo a cada segundo y el peso de sus sentimientos habían creado un torbellino de emociones negativas en su interior.

La rabia creció dentro de él, y sintió una urgencia irresistible de descargarla sobre algo. Cerrando los puños con fuerza, luchó contra la tentación de destruir su entorno, de romper todo lo que encontrara a su paso. Sabía que sucumbir a esa ira solo lo llevaría a un ciclo interminable de dolor y remordimiento.

Sonic se esforzó por canalizar su energía en algo más constructivo. Sin embargo, la furia ardía en su pecho como un fuego indomable. Su puño seguía apretado, pero intentaba desesperadamente controlar su fuerza. Sin embargo, la frustración se volvió abrumadora, y su determinación flaqueó. En un momento de debilidad, la pared de su habitación se convirtió en el lienzo de su desahogo.

El impacto fue ensordecedor, tanto en sonido como en dolor. El erizo sintió cómo el hueso de sus nudillos chocaba contra la solidez de la pared, sufriendo el daño que solo él podía infligir. Gritó, no solo por la herida física, sino por el arrepentimiento que inmediatamente lo invadió.

La sangre manaba de su mano, una metáfora dolorosa de las consecuencias de su ira desenfrenada. En medio de la habitación, Sonic se quedó paralizado, confrontado con la evidencia tangible de su falta de control.

Después de su doloroso encuentro con la pared, Sonic salió de su cabaña con la mente aún turbia por la ira que había experimentado. Sonic decidió buscar la tranquilidad del exterior para calmar su mente agitada. Sin embargo, mientras caminaba por villa erizo, su paraíso natural, sus pensamientos seguían girando en torno a la frustración y el enojo que lo habían consumido momentos antes.

En ese preciso instante, vio a su amigo y compañero, Knuckles, acercándose. Aunque normalmente disfrutaban de una relación amistosa, la tensión aún palpitaba en el aire. La mente de Sonic seguía enredada en emociones negativas, y cualquier pequeño desencadenante podía resultar en un estallido.

Knuckles se acercó a Sonic con una sonrisa y un saludo amistoso, parecía casi preocupado por su amigo,"Sonic, ¿dónde has estado todo el día? Te hemos estado buscando", dijo Knuckles, sin percatarse del estado emocional de Sonic.

El erizo azul giró bruscamente hacia su amigo, su mirada cargada de tensión. "¡Knuckles, no necesito que me busquen todo el tiempo! ¡Soy perfectamente capaz de cuidar de mí mismo!" respondió, su voz llena de frustración y agresividad. La combinación de su encuentro con el pájaro y la incomodidad física a raíz de su reacción impulsiva aún lo atormentaba.

Confundido y sorprendido por la reacción de Sonic, Knuckles retrocedió un paso, tratando de entender la causa de tal arrebato de furia. "Wow ¿qué te picó eh? ¿El pequeño Sonic tiene una rabieta?".
Las palabras burlonas de Knuckles golpearon a Sonic, su ira y dolor emocional nublaban su juicio. La imagen de la pared dañada por su puño seguía fresca en su mente, recordándole las consecuencias destructivas de su enojo descontrolado.

"¡No necesito esto ahora, Knuckles! ¡Eres demasiado estúpido para entenderlo! Siempre metiéndote en dónde no te llaman y haciéndome sentir impotente", exclamó Sonic, su voz está llenando el ambiente con una mezcla de enojo y tristeza.

Knuckles lo miró confundido, esa mirada boba que hacía que Sonic se enojara aun más, lo toma casi como un insulto a su inteligencia.
"Sabes, Knuckles, a veces eres tan lento que parece que te mueves hacia atrás", soltó Sonic, sus palabras impregnadas de amargura y desprecio. El comentario, destinado a herir, escapó de sus labios antes de que pudiera controlarlo.

Sonic dió media vuelta sin decir más, dejando a un confundido knuckles atrás. Sonic se propuso tomar un respiro y buscar la serenidad en la tranquilidad de el bosque, le gustaba ir allá cuando necesitaba pensar y relajarse.Con pasos lentos y controlados, caminaba por las frías calles, dejando a su mente divagar un poco.

Sin embargo, el destino parecía tener otros planes para él en este día. Mientras Sonic avanzaba, absorto en sus pensamientos y aún sintiendo el dolor de su mano herida, una extraña invención de Tails, su leal amigo zorro, provocó que tropezara y cayera al suelo.

El erizo azul se levantó adolorido y con una mezcla de sorpresa y furia reflejada en sus ojos. Aunque Tails tenía la intención de ayudar, en ese momento de vulnerabilidad, Sonic no pudo contener su frustración acumulada. Se volvió hacia su amigo con ojos llameantes y, en un estallido de enojo, le gritó:

"¡Carajo Tails! ¡No puedes andar dejando tus artilugios por ahí! ¡Mira lo que has hecho! ¿No entiendes que necesito un poco de paz y tranquilidad en este momento?
Tails se sobresaltó ante el repentino estallido de Sonic. Aunque entendía la irritación de su amigo, no esperaba esa reacción tan explosiva. Bajó la mirada, visiblemente apenado, y balbuceó una disculpa:

"Lo siento, Sonic. No fue mi intención causarte problemas. Solo estaba tratando de mejorar algunas de nuestras herramientas para hacerlas más eficientes. No pensé que terminaría causando un accidente"

Sonic agarro su entrecejo con rabia, irritado con todo a su alrededor, no queriendo hacer una escena lo dejó pasar, aún con rabia emanando de el, siguió su camino al bosque, perdiéndose en las sombras, dejando a un preocupado Tails atrás.

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¡Hola!

Una disculpa por la demora de este capítulo, intentaré traer más este y el siguiente mes con más frecuencia

Gracias por leer ;))

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2023 ⏰

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