Capitulo diez

38 6 1
                                    

Una hora paso exactamente luego de aquel extraño incidente, me habían llevado a mi habitación luego de eso evitando mi tormenta de preguntas a lo ocurrido. Acostada ahora observando como habían cambiado mi habitación que antes acolchonada en las paredes contenía una simple cama y ahora parecía amueblada con consideración para el que estuviera dentro, dejando visibles un armario enorme lleno de ropa sumándole vestidos y ropa casual, a su espalda tenia un enorme espejo el cual cubría donde antes se encontraba la gruesa pared acolchonada. Mis manos recorrieron ahora donde se encontraba la cama de dos plazas con un grueso acolchado rojo que hacia cosquillas bajo mis dedos.


Mis dedos... Miré nuevamente mis manos. ¿Qué me estaba pasando? Extendí mis manos frente a mi e hice fuerza hacia la nada intentando imitar el desastre de hace un rato, nada pasaba. ¿Había sido una ilusión óptica lo que me habían hecho ver? 


Estaba enloqueciendo, aferrándome aquella frazada suave recordé mis amigos, mi familia la que ahora había perdido, recordé a Troy... ¿Porqué recordaba a ese idiota? Recordé su beso...


-Su beso.- Dije pasando mis manos lentamente por mis gruesos labios. Concéntrate Em no puedes dejar que un estúpido beso de ese idiota te desconcentre, el solo quiere distraerte solo te esta probando. Recuerda que el fue el que comenzó tu pesadilla. Asentí a la nada y caminando ahora por donde alfombras y cuadros adornaban mi habitación llevaron a donde una puerta que obviamente antes no estaba se encontraba serena y dispuesta a ser abierta. Lentamente gire el pomo y un luz se encendió rápidamente, amagué a cerrarla pero por el reflejo del azulejo blanco que ahora brillaba se podía ver un baño con lo que parecía ser una tina... Leyeron bien, era un baño el cual tenía todo los accesorios para una chica, desde maquillaje hasta toallitas femeninas. Mis ojos se entrecerraron a la nada ¿Que estaba pasando aquí? ¿Porque este cambio de trato repentino? Retrocedí lentamente como si aquel lavado fuera a explotar en segundos y al voltearme a la habitación nuevamente ahogue un grito que punzaba ahora en mi pecho con desesperación.


-¿Que mierda pasa contigo!?.- Su sonrisa amplia y blanca hizo que mis ojos bajaran y recorrieran sus labios. Basta Em! ¿Que pasa contigo mejor dicho? Te estas volviendo una blandita. Negué con la cabeza y volví a concentrarme en sus ojos negros.


-Whoa alguien esta comiéndome con la mirada. Nunca creí eso de ti Em.- La voz de Troy era burlona y arrogante. Rodeé los ojos recordando aquel beso y un auto reflejo hizo morderme mi labio inferior.

Su sonrisa marcó ahora un hoyuelo en su cachete derecho ¿Porque no lo había visto antes? Quizás pase mucho tiempo golpeándolo para notarlo. 


-¿Puedes decirme que haces aquí y que le ah pasado a mi habitación?.- Sus ojos recorrieron descaradamente mis piernas desnudas llegando a lo que ahora era mi pelo desordenado, no pude evitar sonrojarme por lo mal que me veía. Y recordar la vez que tocó mi puerta y mi vestimenta era poco arreglada, una sombra de tristeza recorrió mi cara. Recordar no me hacía feliz pero me mantenía aferrada a lo cuerdo a lo que antes para mi era normal. 


-Bueno, has sido ingresada en el sistema por lo que mi trabajo aquí esta echo. Te diré que no te espera nada fácil, de mas esta decir que te lo advertí.- Gruñí con desagrado, odiaba al arrogante Troy, el sabía como ponerme de malas con pocas palabras.


-También tengo que decir que a pesar de los golpes que me diste, significaste algo inexplicable para mi, me siento muy cursi ahora.- Dijo dirigiendo su mirada al suelo buscando allí algo. Mi ceño se frunció ahora confusa crucé mis brazos en mi pecho, recordando tarde que llevaba una remera apretada lo que hizo llamar la atención de Troy hacia ese lugar. Sentí mis cachetes arder de la vergüenza y en un impulso corrí a la cama y me tapé con la frazada. Losé muy inmaduro pero en momentos de pánico actuo desesperada y no pienso dos veces. 


-Mmm bueno ah no ser que eso sea una invitación a la cama.- Rodeé mis ojos nuevamente, porque tenía que ser un idiota?- Que no creo... No tengo nada mas que hacer aquí por lo que me despido.- Y viendo como se alejaba a la puerta y sintiendo como mis ojos penetraban su nuca esperando que no se fuera que dijera algo mas, quiera o no era la única persona que conocía de aquí, había pasado cosas malas con el de echo la mayoría de las cosas habían sido malas pero no puedo vivir con la intriga de saber que lo impulsaba a ser así, de tener esa actitud bipolar, oscura y reservada. Así que algo paso que me hizo sobre saltar de mis pensamientos la puerta se cerró con fuerza frente a el haciéndolo sobre saltar en su lugar. Se giro lentamente y me miró con cara de confusión. 


-¿Porque hiciste eso?.- Mi cara de intriga me hizo tirar mi cuello hacia adelante y levantar las cejas de asombro.


-¿Yo que?.- Dije intentando calmarme.- Yo no fui, es decir no puedo hacer eso... Troy no puedo verdad?- El pánico entro en mi sin previo aviso. ¿Que me pasaba? ¿Que cosas estaba haciendo?. El pareció entender mi cara y pronto estuvo a mi lado con una mano apoyada en mi hombro.


-Ey ey cálmate... Tranquila, esto es normal.- ¿¡Normal?! Nada de esto era normal! Estaba confundida, podía hacer cosas que no podía explicar, cosas sobre naturales... Yo tenía poderes y eso no era normal! Lo próximo que ocurrió me agarro de sorpresa y más allá de que odiaba que lo hiciera, hizo que mis pensamientos se calmaran. Troy tiñó sus ojos de negro y entró en mis pensamientos calmándome haciendo que me adormeciera, sentí sus brazos acomodarme en la cama y taparme, susurro algo a mi oído que hizo que me estremeciera.  


"Descansa pequeña Ely" 


Mi corazón se contrajo eh hizo humedecer mis ojos, el sabía porque. Sabía que significaba ese nombre para mi, el había encontrado ese recuerdo en mis pensamientos era tan privado que nadie lo sabía ni siquiera Diego que todo le contaba.  


El tomo el atrevimiento de llevarme al pasado de hacerme soñar con algo tan hermoso, de hacerme recordar algo que con el tiempo fue doloroso pero no iba ir ahí yo quería ir a esas noches donde le susurraba a mi hermana pequeña "Descansa pequeña Ely". Si, en un pasado tuve una hermana pero me la habían arrebatado ella era pequeña y cuando ella falleció yo tenía siete años y ella dos menos. No pude evitar caer dormida tras ese sueño de recorrerlo, de recordarlo y memorizarlo una y otra vez de abrazarla hasta cansarme hasta darme cuenta que era solo un sueño y volver a la realidad donde me encontraba en una habitación sola y sin Troy.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 27, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

MírameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora