Capitulo dos

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-Tranquila respira..- Burlona mente Diego intentaba "calmarme"... Claramente no funcionaba.

-Estoy tranquila cállate!.- Mirando de reojo a un costado veo al flamante chico de ojos negros pasar por mi lado y sonreír amistosa mente. Lucia una chaqueta negra de cuero, en lo que me respecta era linda pero mostraba poco y unos jeans azules.

-Normal.- Dije pensando en voz alta.

-Igual que tu, ni que fueras una chica interesante.- Incrédula mire a Diego el cual recibió una patata en su cara de respuesta.

-Hey! esa era mi idea!.-

-Pues gracias!- A veces no podía creer que fuera mi mejor amigo, aunque es mejor que te digan la verdad a que te digan solo lo que quieres escuchar. Eso ya seria un chupa medias, la imagen vino rápidamente a mi cabeza eh hice una cara de asco.

-Eres rara... creo que debo tomar distancia si no quiero que las personas se empiecen a alejar de mi.- Riendo caminamos a nuestra próxima clase que sería si mal no recuerdo música.

Me gustaba música ya que podíamos expresar libremente nuestros gustos, ami me gustaba tocar la flauta dulce, y a Diego bueno el solo mandoneaba las notas que debía tocar de mi cuaderno.

-Fa Sol La Si La Sol.- Mientras nombraba cada nota hacia un movimiento extraño con sus manos... Calculo que se sentiría dirigiendo una orquesta, esboce una sonrisa ante ese pensamiento.

-Si no te concentras no llegaras a la audición. Y me veré siendo el culpable porque yo necesito entrenarte.-

-Oh disculpe maestro.- El en respuesta golpeó mi hombro, y yo el de él. Parecíamos niños jugando en plena clase del instituto.

-Sr. Buston y Srta. Martin tomensen de descanso el resto de la clase y los espero a final del día en detención. Si es que son capaces de entender necesito y si es que pueden que salgan en silencio.

Ambos asentimos y echándonos la culpa entre empujones salimos del salón.

-Mi madre va a matarme, porque tienes que meterme en problemas siempre?- Dije enviando un codazo a su estomago.

-Oye! tu eras la que se reía mientras intentaba enseñarte.-

-Sabes que te voy a acusar con mi mamá...-

-Pues lastima que ella me adora, y calculo que no te creerá.- Rodee mis ojos.

-Como sea.-

-Iré a una tienda de ropa, regreso antes del castigo no te pierdas!-

-Nunca!.-

Subí a mi viejo auto, aun me sorprendía que arrancase. Debía comprar alguna prenda para este fin de semana, había una fiesta en la casa de unos conocidos de Diego y tenia que ir con algo que por lo que dijo el "Normal". Tras reproches de que tenia de rara mi ropa termino obligándome a comprarme algo sexy. Sin ofenderme no tengo un cuerpo de modelo, pero tengo mis lindas curvas, mi piel pálida resalta la ropa oscura por lo que pensaba en llevar un vestido negro que terminara sobre las rodillas. No soy buena eligiendo atuendos pero haría un esfuerzo.

Aparque mi coche en un lugar vacío cerca de la entrada, y vi algo que quizás y esperaba no encontrarme dentro de esa tienda. El auto de Elise, ella es vecina mía desde hace 18 años, es decir desde que tengo memoria. Siempre nos llevamos bien pero era un poco...

-Emily!!.- El grito de Elise bajando de su auto sobre salto mi mundo.

-Dios mio casi me das un ataque cardíaco.- dije sosteniéndome el pecho.

-Lo siento yo, es que hace mucho tiempo no te veo.-

-Bueno recuerdo que me has saludado esta mañana mientras te ibas en tu mercedes.

-Hay si que tonta! me olvide, oye vienes de compras? Porque podemos ir juntas.- Eso me parece una idea fatal.

-Genial!.-

-Bien entremos!- Dijo tomando de mi brazo e introduciéndome en la tienda llena de mujeres desesperadas por las ofertas del día.

Entre lo que parecieron 2 horas ahí había congeniado con Elise para comprar un vestido negro, con pequeños brillos en su parte superior, ajustado en mi cintura y cayendo en una pollera lisa negra. Nada apretado pero que mostraran mis curvas "sexys" como le gustaba decir a Diego.

Al final del día volví al instituto y junto con Diego el cual lloraba porque le mostrase mi atuendo, cumplimos nuestro estúpido castigo y nos largamos tan pronto pudimos.

-No fue tan malo, digo... Pudo ser peor para ser el primero.-

-No fue tan malo?! La gente ahí parecía querer golpearnos!- Mis gritos podían ser escuchados por toda la cuadra pero no me importaba había sido el único y peor castigo que había tenido en mi corta vida!.

-Bueno si debo admitir que te miraban raro..-

-Y a ti no? que tal de esa chica con un pircing en su nariz! Te miraba que parecía que quería sacar un cuchillo y clavártelo!.- Lose soy un poco exagerada... Pero convencer de que ese había sido un feo y un muy mal castigo a Diego era mi punto.

-Bueno de echo ella me pasó su numero y me invitó a salir.- Mi mandíbula cayó al suelo.. Era broma?.

-Estas de broma no es cierto?.-

-No de echo si me dio su número pero ni en una vida paralela saldría con ella.-

-Eres único.-

-Losé.-

Despedí a Diego en un abrazo ligero y me dirigí a mi Caramelo. Si señoras y señores mi auto tiene nombre... ese pedazo de chatarra se llama Caramelo.

Tome mis llaves y abrí la puerta del coche un sonido familiar del auto de Diego paso tras mi coche y desde adentro el saludaba. Respondí con mi mano, pero luego de pasar su auto a lo lejos había un hombre... Achine más mis ojos para ver mejor, el era el chico nuevo? . Me estaba observando? es decir que hacia a esta hora en el instituto. No recuerdo verlo en detención, no obstante subí a mi carro rápidamente y tome vuelo hacia la ruta, pero antes de irme tome un último vistazo... Y el me sonrió, con esos ojos negros tan negros que llamaban la atención.

Este chico daba miedo. Esa era la palabra... miedo.




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