Capitulo cuatro

20 6 2
                                    

Luego de pasar la mañana entera cortando el césped caí rendida en mi cama, estaba tan cansada que no podía ni enojarme por la situación. Mis brazos colgando a los costados descansaban sin hacer un mínimo esfuerzo, aun entraba un arrasador sol por la ventana y decidí correr la cortina para que entrara menos luz, así podría descansar un rato.

Tomando la tela larga que llegaba al suelo note que en el vidrio de la ventana se encontraba un pequeño signo dibujado... Mis ojos intentando de descifrar que significaba, desconocía totalmente ese signo. Un inquietante pensamiento revolvió mi estómago, alguien había entrado ah mi habitación? Con mi dedo intente quitar el signo queriendo averiguar de que lado había sido dibujado... Y cuando este empezó a salirse y manchar mi dedo, empece a girar lentamente.

Grité lo que habrá parecido 5 segundos seguidos, tomándome de mi pecho buscando aire para respirar tomé mi lampara portátil del escritorio.


-Que haces aquí!?- Los ojos de Troy descansaban sobre mi mirada, sin decir una palabra paseaba su mirada lentamente desde mis piernas desnudas hasta mis ojos donde se detenía sin parpadear.


-Contesta! que haces aquí? Como entraste!- Viendo su sonrisa elevarse el pánico se apiado de mi y lágrimas quemaban tras mis ojos.


-Emily eres tan hermosa, diablos que lo eres... Lastima que no seas para mi.- Hice una mueca de desagrado y exigí nuevamente una respuesta.


-Que quieres?! De que hablas!- El dió un paso hacia adelante y un nuevo grito escapo de mi garganta vaciando cada gota de aire que existiera en mi pulmones.

-Grita todo lo que quieras, esta habitación esta insonorizada.- Y mirando sus dos manos volvió a sonreírme. Lo próximo que ocurrió fue un impulso de no querer terminar muerta en esa habitación y ajena a todo lo que estaba pasando con este chico desquiciado corrí hacia la puerta, baje las escaleras lo mas rápido que pude y corrí hacia la entrada, la cual se cerró fuertemente frente ami. Parada frente a ella casi congelada mis piernas voltearon dejándome frente a aquellos ojos negros...


-Hay Emily eres tan asustadiza, como una rata intentando escabullirse por los pequeños agujeros de las paredes. Una humana tan sentimental y llorona, débil y torpe. Pero tan exquisita, tienes tanta magia dentro, tanto poder que con solo verte me deleito.- Sus manos frotándose y sus pasos hacia mi se volvían lentos mientras me miraba fijamente a los ojos.- Si no fuera porque el Gran te quiere a su lado ya te habría asesinado aquel día en la cafetería mientras tu amigo Diego Buston y tu charlaban sobre sus estúpidas apuestas.-


Cerrando los ojos intentando desaparecer y reaparecer en otro lado o solo que cuando los abriera todo hubiese sido un mal sueño, lágrimas corrían por mis cachetes manchando mi camisa con pequeñas manchitas aguadas.

-No se que pasa contigo, ni quien te ah contado lo de nuestra conversación pero si esto es una broma de mal gusto te pido que pares porque ya me siento mal.- dije intentando llegar a la puerta para apoyarme, sosteniendo mi cabeza apoyé una mano en el pestillo y sigilosamente patee su miembro masculino dejándolo encorvado mientras presionaba su zona y acto siguiente patee nuevamente su cara dejándolo tirado en el suelo tapándose la misma y gimiendo de dolor. Ese fue mi momento de abrir la puerta y correr por el patio hacia la calle y en un pensamiento me di cuenta que no tenia las llaves de mi carro conmigo así que empecé a gritar haciendo señas para que algún auto parara. Y funcionó un descapotable negro con un chico universitario estacionó y grito.


-Sube sube!.- Mire hacia atrás y Troy corría ami limpiando su nariz ensangrentada con su manga.

Trepe al asiento copiloto y mire a mi acompañante quien esperaba que dijera algo.

-Arranca por favor arranca!- Mi voz salia nerviosa pero cuando el auto empezó a andar apoye mi espalda en el asiento y lágrimas corrían por mis mejillas compitiendo por quien caía primero.

-Estas bien? Oye princesa estas bien?- Dijo intentando llamar mi atención. Negué con mi cabeza e intente formular unas palabras sin que me ahogara con tantas lágrimas.

-Necesito ir a la comisaría necesito hacer una denuncia ese hombre esta en mi casa allí no hay nadie! Yo.. Yo necesito ir a la comisaria, por favor ayúdame!.-

Asintió y fijó la mirada en la carretera que llevaba a la ciudad principal, mientras yo intentaba calmarme y procesar todo lo que acababa de ocurrir. Que mierda había pasado allí? Que le había pasado a ese chico, se había vuelto loco! Y yo... Yo... Busqué en mis bolsillos y no tenia mi celular, yo había dejado todo en casa. Mirándome aun tenia pequeños pastitos en mis piernas.


-Gracias.- Formulé luego de calmada y mirando aquel chico rubio de ojos claros, grande de cuerpo como si se esforzara por mantenerlo en forma. Llevaba una chaqueta de una universidad que no distinguía y unos jeans negros.

-Agradezco escuchar esa palabra porque en los próximos años estarás odiándome de por vida.- Y acto siguiente puso su mano en mi muslo lo cual hizo que saltara pero nada pude hacer, nada pude mover, el me había paralizado estaba adormecida casi no podía mantener mis ojos abiertos, hasta que ya no hubo nada mas que oscuridad había caído en un profundo sueño del cual era prisionera, sin poder despertar no podía no controlaba mi cuerpo ni mis pensamientos no controlaba mi vida.



———————————————— O ———————————————————-


Bueno aquí otro capitulo... Espero que les guste y si así es denle a la estrellita y comenten alguna duda! No haré spoilers!


Graciias por leer! ;Les mando muchos abrazos llenos de intriga y dudas!♥


Att. Tatii♥


MírameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora