Parte 2 capitulo 1

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Cuando volvimos con los dulces todas mis sospechas fueron

confirmadas pues se estaban besando apasionadamente en el pasillo del supermercado, eso

sorprendió a Simón el cual no entendía que pasaba ya que era un poco más pequeño, cuando

ambas se percataron que estábamos presentes estas dejaron de besarse y tratando de

escusarse de forma algo tonta pero tierna ya que se suponía que debíamos tardarnos más

tiempo ya que los dulces no estaban muy lejos del pasillo de juguetes pero ambas fallaron en

sus cálculos. Emily nos miró como si rogara por dejarlas o al menos que no las juzgáramos, yo

nunca lo haría, no podría juzgar a una chica tan buena y dulce, ella no tiene maldad y en sus

hermosos ojos se reflejaba todo. En la mirada reflejaba que quería estar con ella y con

nosotros pues en el fondo estaba encantada con nosotros y ese día no solo recibimos

caramelos sino juguetes también, ella sabía cómo ganarse mi confianza así que moví mi colita

aceptándola.

 Esa noche mi madre tuvo su cita con Emily mientras los cuatro jugábamos y hacíamos

piyamada en el cuarto.

Los años empezaron a pasar y como todo el más grande empezó a trabajar en lo que más le

gustaba, Joel estaba como novato en el departamento de bomberos mientras Rebecca y Emily

estudiaban veterinaria, ellas estaban emocionadas por estudiar veterinaria, tanto era así que

tenían notas muy altas y se notaba el esfuerzo. Joel quedo como cadete para el departamento

de bomberos y llego con orgullo a casa por haber entrenado y nosotras lo esperábamos para

darle las felicitaciones merecidas y su primer regalo por qué bueno ya estaba grande y merecía

un regalo acorde al sacrificio que hizo para llegar a donde está ahora. Él llego un poco cansado

pero muy feliz, traía sus notas en sus manos, nos las entrego y la miramos con orgullo mientras

le preparábamos la comida, mientras comía y estaba distraído con la televisión nosotras

preparamos una cajita con las llaves de un auto, ese sería su regalo pues se lo merecía después

de todo era un chico muy bueno y se esforzaba mucho por ser alguien en la vida y un ejemplo

para sus hermanitos. Él descansaba sobre el sofá mientras miraba el televisor, lo vimos

quedarse dormido lo que nos dio tiempo para hacerle una notita y decorarle mejor la cajita y

luego dejársela con cuidado a su lado. Esperábamos su reacción con una sonrisa pues

estábamos felices por verlo tomar la cajita, sus pupilas se hicieron gigantes al ver las llaves,

incluso se pellizcaba creyendo que era un sueño, pero no lo era. Su emoción era tan grande

que nos abrazó fuerte a ambas y nos agradeció con tanta dulzura que no podíamos evitar que

se nos salieran las lágrimas, para nosotras era nuestro bebe y lo amamos muchísimo como a

todos nuestros hijos. Andrés, Junior y Simón estaban estudiado y teniendo buenas notas así

que también tendrían sus regalitos.

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