Era un nuevo día como cualquier otro. Nuestro protagonista —Colombia— se encontraba deambulando de un lugar a otro nervioso porque tendría una reunión importante con una representación.
No es como que la ansiedad sea provocada por la reunión o la persona en sí, sino que los líderes políticos de ambos países acordaron que el encuentro fuese al anochecer y, mientras ellos discutían temas para mejorar las relaciones bilaterales, Colombia tendría una "cita de juegos" con el país invitado, en este caso Noruega. El problema núcleo de todo era que en ese momento los híbridos y monstruos sufrían la transformación mística durante la noche, siendo el caso del colombiano un conejo.
De verdad, ¿de todos los animales posibles a él le tocaba un conejo? Es lo que se decía cada noche. Honestamente él sentía que no era más que un chiste, las otras representaciones con características de monstruos lo veían como alguien a quien "dominar", siendo el rubio objeto de apuestas y burlas por la mala fama que se ganaron los conejos. Joder, hasta los híbridos le miraban raro de vez en cuando.
Ya saben, en vez de poseer la característica de saltar muy alto o ser "adorable" de cierta manera, la gente mira al de piel canela como un objeto con el que obtener placer. Tener sexo con el las veinticuatro horas de los siete días de la semana.
Al menos tenía a su grupo de amigos igualmente híbridos, por ejemplo Chile parecía un lagarto —típico—, Perú recordaba a una alpaca y México parecía un águila azteca. USA, aunque no sabía qué especie era porque nunca se habían visto durante la noche, también lo consideraba un muy buen amigo.
De veras, Colombia deseaba ser un cóndor en vez de un estúpido conejo sexualizado.
Cómo sea, ya se acercaba la hora del encuentro, razón por la que se estaba arreglando lo mejor posible para su cita para nada romántica con el vikingo.
Mientras se arreglaba, estaba buscando una razón válida para que el encuentro sea específicamente con ese noruego, ya habían tenido reuniones previas respecto al tratado de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla pero esta vez era diferente. A sus gobernantes se les pasó la idea de diversificar las relaciones exteriores y pusieron foco a los países nórdicos que son países que la mayoría de la gente pasa por alto por considerarlos irrelevantes y poco interesantes.
Vamos, a la mayoría de nosotros nos decían "países nórdicos" y nuestra mente automáticamente proyectaba los vikingos, otros el invierno característico de allí, otros quizá las auroras boreales... o quizá hasta desconocían su existencia.
Muy triste la verdad.
—Padre —interrumpió el bogotano entrando a la habitación del rubio.
—¿Qué quieres Bogotá? —Colombia se notaba irritado, y con razón.
—El señor Noruega lo está esperando en la sala principal —dijo ignorando la irritación de su padre, Colombia solo bufó de resignación.
—Bien, dile que en unos minutos baja —aseguró el colombiano.
Quizá se pregunten desde cuándo son así de educados. Déjenme decirles que su educación se "activa" solo si hay visitas en el lugar, porque cuando no hay nadie o llega un buen conocido del colombiano ahí si son otras personas.
—De acuerdo —aseguró el andino—, iré a visitar a Ciudad de México.
Colombia, ya listo, frunció el ceño.
—Bogotá, sabes muy bien lo que pasó la última vez que te juntaste con ese wey —dijo, la última palabra se le había escapado por accidente haciendo reír al bogotano—. Ugh, pasar mucho tiempo con México hace que se me pegue su vocabulario.
ESTÁS LEYENDO
Leke avtale | 🇳🇴 NorCol Week 2023 🇨🇴
FanficLeke avtale, dos palabras en idioma noruego que, haciendo un pequeño recorrido a la traducción en inglés y acabando en español, significa cita de juegos. Exacto, nuestros dos protagonistas se conocieron gracias a una supuesta "cita de juegos" que s...