Harold.
No sé si lo que estaba haciendo estaba bien. Pero aunque no lo estuviese, no me importaba. Jamás me ha importado que está mal y que está bien, después de vario tiempo que estás adentro de toda esta mierda te da igual. Y mucho más cuando eres quien guía el grupo, quien es el que mantiene todo bien.
Mientras tomaba un poco de Jabón caro que estaba colgado lo tome y empecé a limpiar mi cuerpo.
Yo jamás había decido hacer esto, yo cuando era niño mi grande sueño era ser actor, aunque no se actuar muy bien. Aunque suene estúpido, siempre he querido ser actor. Es algo que realmente me llama la atención. De niño recuerdo cuando jugaba con mi hermana a que yo era actor y Gemma era la directora del set.
*Flash Back*
Era una tarde de octubre, las hojas amarillentas y naranjas caían de los árboles despreocupadamente. Estábamos en el patio trasero de nuestra pequeña casa, Gabriela, ya que perdí por desgracia a mi hermana querida Valerie. Y unos que otros más vecinos que eran nuestros amigos. Todos a mi alrededor les variaba la edad pero cerca de la mía.
—Xavier—gritó Gabriela, ya que yo no le hacía caso. Estaba embobado mirando a la vecina que vivía enfrente de nuestra casa. Liliana era su nombre, pelo castaño claro y aunque solo era un niño, ella me traía loco—
Voltee mi cara rápidamente antes de que alguien más se diera cuenta que estaba mirando a Liliana.
—Mande—camine hacia ella despacio, estaba del otro lado del patio—
—Serás un secuestrador, esa será tu actuación y elije a una persona—señalo donde estaban nuestros amigos—para que la secuestres pero después la salvas—
—Eso no me gusta—junte las cejas de desacuerdo—
—Mañana elijes lo que tú quieras hacer ¿vale? Pero ahora yo elijo—se puso las manos en la cintura fingiendo estar enojada—
—Está bien—rodee los ojos—
Mi mirada buscaba a quien podría elegir. Y sin pensarlo con mi dedo índice señalé a Liliana, ella me sonrió.
—Elijo a Liliana—ella caminó hacia mí—
Gabriela era mayor que yo por 3 años.
—Tú estarás en una camioneta—me señaló Gabriela—pero no tene....AH!—gritó—Espera un segundo—
Salió corriendo hacía la casa y todos esperamos un par de minutos cuando regresó y traía una camioneta de sus berbíes.
—Esta será tu camioneta—me la entregó y me miró—
—Pero no soy niña y esta camioneta es rosa de niña—le saqué la lengua—
— ¿Tú tienes una camioneta?—me preguntó—
Gabriela era muy lista.
—No— entrecerré los ojos—
—Entonces utilizarás esta porque no tienes otra, no es mi problema—levantó sus manos—
Me quede callado y empezamos a jugar. Gabriela se sentó en una silla como siendo la directora de la película. John, un amigo mío traía una cámara de Juguete y hacía como que nos grababan. Los demás estaban sentados siendo el público. Mientras que Liliana y yo actuábamos.
*Fin FlashBack*
Una sonrisa sin humor se dibujó en mi rostro. Que irónica es la vida, no quería actuar, ser alguien así y termine siendo algo peor. El destino no me dio elección, el destino hizo que me adentrará de este pozo sin ninguna salida.
Terminé de ducharme y con una toalla me seque mi cuerpo. Tome nueva ropa ya que la anterior estaba con sudor y salí del cuarto del baño.
—Mierd*a!—maldije a mis adentros mirando que Mariana no estaba acostada—
¡Que idiota soy! Como se me ocurre dejarla sola en la habitación y con la puerta abierta. Escapó e irá con la policía. Con mis manos me tape la cara en forma de frustración. Que mierda acaba de hacer. Jamás pensé en esto y pone en riesgo el trabajo, joder.
Tome mi celular que estaba en el otro pantalón, salí de la habitación y camine por el pequeño pasillo hacía la cocina.
Tenía que llamarle a Camilo para avisarle sobre esto y que teníamos que buscarla. Todavía debería de estar adentro del edifico, no es tan fácil escabullirse sin que la vieran. Abrí mi celular y busque su nombre en la lista de contactos. Estaba a punto de aplanar la tecla para llamarle cuando vi una silueta en la cocina. Me acerqué más y vi a Mariana cocinando. ¿Qué mierda?
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Mafia Stone
De TodoUna simple regla, y la más importante ¡No te enamores de tu víctima!