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Llegó el día en el que llegaban Jenna y Russel. Sí, por alguna extraña razon llegaban en el mismo dia y horario. Jenna no quiso que la vayamos a buscar, me dijo que Russel ya había alquilado un auto y que llegarian juntos a casa. Russel, Russel, Russel, algo me estaban ocultando algo.

Tal vez él y ella tenian un amorio, pero seria raro. En nuestros dias en la preparatoria, Blaze y ellos dos iban a la misma clase, solo compartian la hora de ingles conmigo. Pero Russel jamas habia demostrado interes en ella, lo cual descarta mi hipotesis.

- Toc-toc, se puede?- mi marido apoyado en el umbral de la puerta de la sala de estar.

- Claro.

- Oye, que te parece si vamos al aeropuerto y los sorprendemos, y de una vez por todas nos damos cuenta de que es lo que traman? - pareciera haberme leido el pensamiento.

-Blaze Mills, que harian mi mejor amiga y el tuyo? Son casi tan distintos como tu y yo- le sacaría el jugo al asunto a ver si el me podia decir algo que yo no supiera- Él es tan snob, tan de la high society, de la élite, ya sabes, jugando al polo, haciendo equitacion en Europa y Jenna es un espiritu libre no se ata a nada ni a nadie, el amor y Jenna jamas iran de la mano, no es una chica capaz de dejar sus sueños por un simple hombre, ella no es tan pasional como...

-Como tu? Porque siguiendo tus pasiones acabaste aqui conmigo, no es asi?- me preguntó con la mirada clavada en mis ojos mientras que su ceja derecha levemente mas levanta que la izquierda.

Baje la mirada.

- Blaze, eso no viene al caso. Los dos buscabamos lo mismo, aprovechamos una oportunidad eso es todo.

Se acercó a la mesita y tomó una de las revistas en la que en la portada apareciamos los dos, sonriendo, pareciendo felices.

-De acuerdo mi amor, tienes razón.- habia sarcasmo en su expresión, pude notarlo.

Me incorporé y quise acercame a él, pero se alejó.

- Iré con Giannina a ver si esta todo en orden en las habitaciones para los huéspedes- trate de sonreir lo mas que pude. Odiaba cuando Blaze se comportaba asi conmigo. No lo comprendia. - En un rato ya llegan esos dos y por fin sabremos que es lo que traen entre manos.

No recibí respuestas.

Al bajar de la escalera tuve que sostenerme del barandal por un mareo.

<<Aqua, tienes que ir al médico, Aqua debes cuidar tu salud>> era mi madre en mi inconsiente que me hablaba.

Espalda con espaldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora