[+18]┊𝖨 𝖼𝗁𝖺𝗇𝗀𝖾 𝖿𝗈𝗋 𝖸✦𝖴

𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖮19.

Ki-bum maldijo, una de sus manos se dirigió a su rostro, furioso. Sabía que esa no era la principal razón. Sin decir más, salió corriendo lejos de ellos, dirigiéndose a las próximas facultades.

Christopher no estaba en la de música, Changbin tampoco estaba en la de contabilidad y MinHo no estaba en la de artes. Corrió a su último destino, Hyunjin sería la respuesta.

Al llegar al aula este tampoco estaba, decidió preguntar, así fue como todos le dieron la misma respuesta, Hyunjin no había asistido a clases.

De hecho, ninguno de sus amigos lo habían hecho. Eso solo hizo que la sangre hirviera en su sistema.

...

Felix ingresó a su nueva aula. Tenía pánico, sus ojos seguramente estaban rojos porque hasta ese momento había llorado, pero ya no le importó.

La profesora lo dejó pasar para luego presentarlo y enseñarle su nuevo lugar. Felix no dijo más, solo llevó sus cabellos detrás de oreja, caminando al lugar vacío de al fondo del aula. Todos lo miraban hasta que terminó de llegar a su lugar.

Un suspiro frustrado había salido de su boca, una respuesta diferente, ya que tenía muchas ganas de llorar.

Una joven se acercó un poco mientras la profesora comenzaba con la clase. Felix maldijo, no quería hablar con nadie, quería verse frío y un bravucón, no quería que lo relacionaran con aquel Felix débil e infantil.

— Oye — la chica lo llamó―. ¿Traes drogas? Tus ojos están demasiado rojos, yo también quiero sentirlo.

Felix se quedó de piedra en ese mismo momento, al menos ella no lo relacionó a que estaba llorando. Su mirada se alejó del pizarrón para mirarla sonriente, con la sonrisa más divertida y dura que tenía.

— Estoy seguro de que te gustará sentir otra cosa —dijo, su voz sonando ronca y seductora.

Ella sonrió grande, cruzando sus piernas en su lugar mientras le prestaba su completa atención.

— Acepto contestó igual de seductora. Fumemos un poco para la salida, yo invito.

Y así fue como el nuevo cambio de Felix llegó. Se había ido el torpe, infantil y bonito Felix, nunca nadie volvería a jugar con él y con sus sentimientos.

...

El humo saliendo por sus labios le recordó aquella vez cuando pensó que tenía un novio que lo amaba, recordó cuando comenzó a fumar por él, ya que este le decía que debería hacerlo y así era como se veía más sensual. Todas patrañas, pero ahí estaba, fumando un segundo cigarro años después de prometer que nunca más probaría uno.

Una sonrisa apareció en sus labios, sus ojos estaban cristalizados. Había sido un gran idiota al pensar que algún día sería amado.

— ¿Cómo es que alguien como tú se interesó en veterinaria? — ella preguntó, sacando el cigarrillo de su boca.