Capítulo 5

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- Entonces señor Min, ¿qué iba a decirme?- dije recargándome en la pared de aquel lugar fuera de la escuela. 

- ¿Me preguntaras solamente así, sin un café o algo?- soltó con esa sonrisa ladina que empezaba a caracterizarlo

- ¿café? no se lo doy a cualquiera- seguí su juego

- vamos, no soy cualquiera

-¿no?- curvé una ceja

- No- hizo cara de enfado- soy la persona que quieres, somo podría ser "cualquiera"- dijo acercándose a mi oído

Una sonrisa salió de mis labios. ¿Por qué este chico estaba comportándose así?  no me hablaba hasta hace tres días, entonces.. ¿qué era diferente ahora?

<<Por supuesto, en ese momento el "acuerdo" nunca había pasado por mi mente, no iba a pensar en tantas cosas tontas que solo eran producto de mi imaginación...>>

- ¿Qué cree que haces?- con esta actitud, cualquiera pensaría que estas coqueteándome 

- bueno, podría ser así- sonrió- o talvez no- rio, porque esta situación era meramente ridícula

Pero estaba tan cerca, que las ganas de acercarme más aparecieron, donde mis manos fueron directo a su pecho y empezaron a descender hasta la orilla de su pantalón, recorriendo lo largo de su cinturón y, con una severa necesidad de meter mi pulgar a la altura de la hebilla del mismo. Una sonrisa escapó de ambos y sin pensarlo él se acercó a mí; sus delgados y largos dedos, pálidos como el resto de su cuero, sujetaron mi barbilla haciendo que nuestras miradas se encontraran. Bajó su rostro a la altura de mi cara y su olor a menta me inundo, su  respiración llegó a mi oído y posteriormente a mi cuello, sus labios rozaron el lugar y un escalofrío recorrió en lo más profundo de mi ser haciendo que todas las sensaciones fueran captadas en un segundo. Su mano, abrazó mi cintura y el  roce de sus dedos quedó marcado en la delgada playera que tenía en ese momento, levemente esa sensación fue bajando con el recorrido de sus falanges a mi espalda baja, la cadera y ...¿qué tan abajo pensaba llegar?

<<no, aquí la pregunta era ¿hasta dónde lo iba a detener?>>

Estaba tan perdida, que dudaba que esto fuera normal, un chico así definitivamente no podía ser normal, era realmente la encarnación de un demonio, uno de los más sexys y seductores que podría haber creado el infierno...

Un jalón más y pude sentir nuestros cuerpos totalmente unidos, sin un espacio que nos pudiera separar, y mi respiración se cortó, más de lo que pensé cuando sentí una pequeña mordida en mi cuello y la respiración más caliente que pude sentir en ese momento. Su mirada y la mía cruzándose por ... no sé cuántas veces ¿eso realmente importaba? y su nariz rozando la mía, sus labios tan cerca que solo bastaba moverme un centímetro para unirlos por completo, algo que definitivamente tenía planeado hacer, pero entonces.. ¿por qué no pude?

 Mi cara mostro cierta incredulidad al ver que no podía moverme, el impulso que quería tener para unirnos no existía, no podía hacerlo. Yoongi se alejó de mi rostro con una gran sonrisa, un guiño y pude ensimismarme en la sensación de la seducción que solo él podía darme. Una vez más un susurro salía de sus labios

- No aun... el jefe aun no lo aprueba

<<¿de qué precisamente estaba hablando?>>

Una sensación de frío recorriendo mi cuerpo y la cordura regreso a mí?

- oye,¿ estás bien?

-que?

- no lo sé, estábamos hablando y te perdiste- soltó con confusión

-eh?

- creo que no estas bien, hablemos en otro momento- soltó con una sonrisa

<<¿fue... mi imaginación?>>

Giré mi vista a un gran ventanal cerca de mi esperando reaccionar a lo que estaba pasando, pero en su lugar solo vi una sobra con un bastón que me apareció ya haber visto antes. Una gran sombra que mientras más se acercaba, más cobraba forma de aquel ser... era él, el de aquel sueño... era Kim

- entonces... te gustó la versión de prueba- susurró en mi oído con burla antes de percatarme de la pequeña marca que se encontraba en mi cuello...- espero que te haya gustado mi pequeño regalo.- Hizo una pausa -mmm...Un agradecimiento para ti , por el alma de tu amiga...- sonrió

Esas eran las palabras que alcance a percibir  mientras se desvanecía... No había sido un sueño, había vendido a mi amiga. Misdedos recorrieron la marca que ahora permanecia en mi piel, pero lamentablemente, con ese resultado... No me sentía mal en absoluto...


- Lo siento.. pero te compensare después. Lo prometo...- solté aun con la sensación del roce de mis dedos

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2023 ⏰

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In corpore et anima meaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora