Veo a los cuervos despedazando las hojas de este libro, como si en el, percibieran el sabor de mi cuerpo herido, se lanzan desesperados sobre mis lesiones, avorazándose de mi sangre, todos, con la única intención de acabar conmigo. Uno de ellos devora mi poesía, arrancándome los versos de las hojas, otro de ellos mutila mis manos, inmovilizando mi pluma, el tercero me ha arrancado los ojos, haciéndome suplicar de dolor, estoy a punto de colapsar sobre sus fauces, sé que son más fuertes, pero no son inmortales y eso me pone a salvo, no recuerdo cuántos carroñeros, se posaron sobre mis laceraciones, pero creí, de verdad sentí, que no sobreviviría, antes de abatir agotada, una ráfaga estremecedora envolvió mis tímpanos, forzándome a despertar.
Ahora soy un cuervo, una representación exquisita de mis traumas, estoy sobrevolando mis memorias, intentando recapitular la brutalidad, con la que me picoteaba esta depresión, no eran ellos contra mí, era yo contra mí misma, sus alas negras impidieron que cavara bajo mis costillas, conservando intacto mi corazón, sigo afligida, sigo vacía, quizás muy rota, pero ya no muerta.
Todos se preocupan por su físico
pero pocos se dan cuenta
que el descuido más grande
es no ver por su salud mental.
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Depresión (En físico) ✔️
PoesíaEstoy sufriendo un atentado emocional, mis pulsos caen en coma, mis lágrimas se secan sobre mis pestañas, no quiero dormir, no quiero sufrir, no quiero despertar. La depresión es la única que me salva de la muerte.