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La mañana llego de manera bastante rápido y con ello Roier debía volver a su hogar y Lili debia asistir a sus clases de cocina, a las cuales iba tres veces por semana. El primero en despertar fue el pelinegro, quien se quejó por lo bajo cuando abrió los ojos y la luz le molesto la vista, le diría a Lili que cambiara las cortinas blancas por unas oscuras asi no sufría al levantarse. Roier bostezo, tallo sus ojos, peino su cabello y se sentó en la cama, observó el reloj y este marcaba las 7:00, por lo que faltaban casi dos horas para que Lili entrara a sus clases, asi que dejó que la chica durmiera unos minutos más.
La mirada del pelinegro fue desde el reloj hasta la figura de la castaña, quien descansaba plácidamente en la cama, abrazando su almohada con la cara de Taylor Swift y acobijada con su manta en forma de tortilla, Roier sonrió con suavidad y acercó su mano hasta el rostro de la chica en donde retiró un par de cabellos rebeldes y los acomodó detrás de la oreja de esta.
── Hasta dormida luces bonita animal── Susurró Roier mientras observaba a la castaña ── Y eso que ya eres bonita ── Murmuró ── Nah, estas bien fea.
El chico nuevamente acarició la cabellera de la castaña y la observó por unos largos minutos, en donde en ese lapso pudo observar a detalle los rasgos de Lili, desde sus labios pomposos y pigmentados con un sutil color rosa, su nariz pequeña pero respingada, hasta aquellas largas pestañas que la caracterizaban, su amiga era bonita y él no iba a negar algo obvio.
Lili tenía un atractivo que podía llegar a cautivar a muchos.
Y Roier lo supo desde el primer día que vio la cara de la chica.
── El que se enamoré de ti será muy afortunado... ── Susurró Roier ── Y será muy feliz a tu lado. Todos son felices a tu lado Lili ── Sonrió levemente ── Yo soy feliz a tu lado...como no tienes idea.
Sin duda alguna Roier era muy feliz al lado de Lili, la chica había llegado a su vida de una manera muy espontánea y de un momento a otro ambos se volvieron tan cercanos, conectaron tan bien, encajaron a la perfección, como dos correctas piezas de rompecabezas.
Como un par de personas destinadas a estar juntas y a volverse almas gemelas.
Para toda la vida.
── ¿Tengo un moco en la cara o que? ── Preguntó Lili cuando abrió sus ojos, Roier salió de su pequeño trance y golpeó levemente la frente de la chica ── Grosero, me dolió.
── Ni te pegue tan fuerte ── Respondió Roier con una ligera sonrisa ── Buenos días bella durmiente.
── Buenos días bestia peluda ── Lili rió levemente y bostezo ── ¿Qué hora es? ── Preguntó mientras miraba a Roier.
── Son las 7 y algo, falta mucho para que entres a tus clases ── Comentó el chico ── Puedes dormir un poco más si quieres.
── No, estoy bien, dormí bastante bien ── Sonrió levemente ── Como estabas aquí conmigo dormí de maravilla.
