MI PLAYBOY (Libro III)

CAPITULO 13

Seokjin

Un miedo negro puro invadió cada fibra de mi ser mientras veía al Agente Xiumin presionar el cañón de su arma contra la sien de Taehyung, con el otro brazo alrededor de su cuello. Creo que nunca en mi vida había estado tan asustado. Sentí como si un elefante empujara mi pecho hacia abajo, haciéndome casi imposible respirar.

Podía escuchar al Agente Han gimiendo en el suelo, así que sabía que estaba vivo, pero el Agente Xiumin no lo estaría cuando terminara con él. Primero necesitaba salvar a Taehyung.

Puede que no sea tan fácil.

Todo el mundo estaba gritando. El agente Know había sacado su arma y apuntaba a Xiumin. Jungkook le estaba gritando a Xiumin que bajara el arma. Yoongi estaba arrodillado en el suelo, tratando de detener el flujo de sangre de la herida del agente Han. Seojoon y Bogum estaban tratando de crear un muro entre nosotros y el loco con una pistola. Hyungsik estaba de pie en el fondo hablando rápidamente por su teléfono celular.

Todo lo que podía ver era el miedo profundo en los ojos azules de Taehyung.

Me llevé los dedos a los labios y solté un silbido ensordecedor.

La habitación quedó en silencio.

—Retrocedan, —solté. —Denle algo de espacio. —No quería hacer nada que pudiera hacer estallar a este tipo. —Taehyung, ¿estás bien ahí?

Mis ojos se posaron en los suyos.

—Quiero un aumento.

Sonreí a pesar de la aprensión que se anudaba en mi estómago. El miedo estaba vivo y coleando en los ojos de Taehyung, pero su voz era firme como una roca.

—Veré lo que puedo hacer.

Miré al hombre detrás de él, el objeto de mi creciente rabia.

—Mantengamos la calma y no hagamos nada estúpido.

—Ya has hecho algo estúpido, —gruñó Xiumin. —Y ahora tengo que hacer las cosas bien o es mi cabeza.

—Mira, si tan solo nos dices lo que quieres...

—¿Qué quiero? ¿Qué quiero? Quiero que mueras como se suponía que debías. Eso es lo que quiero.

Entonces, ¿se suponía que moriría?

Odiaba tener razón.

—Bien, entonces llévame a mí en lugar de Taehyung. Entonces puedes hacer lo que quieras.

—Oh, no. —Xiumin negó con la cabeza. —Mi jefe los quiere a los dos.

Entrecerré mis ojos.

—¿Tu jefe?

¿Este idiota estaba trabajando para otra persona?

Xiumin apartó el cañón de la pistola de la cabeza de Taehyung y lo usó para señalarme.

—Ven aquí. Manos donde pueda verlas.

Tragué con fuerza mientras levantaba las manos a los lados. Vi un destello de movimiento detrás de Xiumin y rápidamente dirigí toda mi atención al agente, si es que era un agente. No veía que la contrataran a un asesino, pero podría estar equivocado.

—¿Por qué estás haciendo esto? —Yo pregunté.

—Porque me pagaron mucho dinero.

Por supuesto. Siempre se trató del dinero. A veces, odiaba el hecho de tener tanto dinero. Fue agradable tenerlo, y ciertamente me hizo la vida más fácil, pero últimamente parecía una maldición. No me traía más que miseria.