EPÍLOGO.

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Han pasado doce dias desde que Raven y Damián despertaron. Encontrándose con que Constantine mantendrá a su hermano y sobrino encerrados hasta que ella cambie de opinión. Pero dejando en sus manos la gema dónde el poder de Trigon se mantiene, para que ella decida que hacer; si devolverlo o sellarlo  en otro sitio lejos de su padre. Así como el dichoso libro que Jason obtuvo. El cual para el bien de todos fue a dar a la extensa biblioteca que Raven mantiene bien resguardada.

Ahora después de mucho los Titanes gozando de un día tranquilo y libre de misiones y del cual Gard decidió tomar provecho e ir a la ciudad para comprar un par nuevo de tenis, pidiendo a Jaime que lo acompañe y llevando a Damián a rastras, pues el chico maravilla estaba renuente a dejar la sala de entrenamiento.

Sino fuera por la intervención de Kory, que le pidió traer algunas cosas faltantes para la cena de esa noche, y poniendo como excusa que  Damián sabe exactamente qué clase de vegetales agradaría para la ensalada, fue que acepto ir.

Ya teniendo más de cuatro horas pasando de tienda en tienda, sin que Gard se decida por un par que le llamé la atención, así como tampoco deja que Damián vaya solo a comprar su encargo, diciendo que el chico se limitaría a comprar y abandonarlos en aquella búsqueda difícil por sus tenis.

-- Este color es muy...

-- Desagradable.

-- ... Llamativo. -- Termino Gard mirando con los ojos entrecerrados a un Damián que parecía un ratón enjaulado.

Jaime que solo se limita a observar la variedad de calzado, sonríe de lado ante la actitud apática del petirrojo. Ya que sabe muy bien, Damián puede ser todo menos paciente, así como también puede esperarse que termine sacando a Gard de aquella tienda a jalones y regresar a la torre.

Mirando de nuevo su reloj sin que Damián lo noté, Chico Bestia comprende que necesitara por lo menos una hora más antes de que por fin de bandera verde y puedan ir por "las compras necesarias" que Kory le encargó. Por ello dejó aquel par de tenis y les indico ir a otra tienda, cosa que molesto demasiado a Damián.

-- No podrías solo tomar un par que no se vea tan ridículo, para poder irnos. -- Eso de las compras no se le da muy bien al pequeño Wayne.

-- Vamos viejo, si tú apuro por regresar es para ver a Raven, te aseguro que no ha ido a ningún lado y está exactamente igual a cuando dejamos la torre. -- Comento Gard mientras el trío deja la tienda.

-- Si, Damián por unas horas que no la veas, no cambiara nada. -- Le siguió la corriente Jaime.

Damián frunció el ceño y avanzo más a prisa. Dado a que desde que cierta persona (Ósea Alfred) olvidó borrar el vídeo de Raven y él en la azotea compartiendo un momento privado. Ahora todos saben de ellos y han tomado la manía de burlarse cada que pueden de su relación con ella. Mencionando cosas como que por fin a él, le han puesto correa; dicha frase provino de Todd del quien ya está harto y asegura por su vida, pronto lo desaparecerá de la faz de la tierra.

Caminaron por el centro, en medio de todas aquellas familias y parejas que disfrutan ese domingo por la tarde. Algo que desagrada a Damián, ya que él no está tan acostumbrado a las masas, pero que ha aprendido a sobrellevar y ahora más que según Garfield tienen que pasar tiempo de chicos, sin adultos, ancianos o chicas alrededor.

Así fue como después de pasar por cuatro tiendas más, Gard por fin encontró los tenis que quería, así como una playera de playa de un llamativo color rojo. Consiguiendo una para Jaime de un azul zafiro con palmeras y otra para Damián de un amarillo chillón con playas en medio de un atardecer.

Sintiendo que fue una especie de broma por parte de Gard, juro algún día regresarle dicha broma y él si que sabe cómo cobrar venganza.

Justo cuando el reloj marco las seis de la tarde, el trío de chicos se encuentra saliendo del supermercado donde Damián al fin pudo realizar su encargo y comprar una variedad de vegetales dignos de una ensalada apetitosa.

Entre Renglones Malditos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora