Solo nos separa el tiempo, un maratón de años que comenzarán a pasar volando. Seres pasionales empeñados en sonreír, aferrados a lo oculto, a lo extraño y desconocido. Espíritus incansables creando su felicidad, colisionan a través de pequeñas vibraciones, dos partes del universo que con tan pocos motivos y ninguna razón aparente decidieron seguir adelante.
Palabras que motivan sonrisas, alborotadas mariposas haciendo estragos en la tenue estabilidad de la cordura.
Ebrios de conocimiento, magnéticamente atraídos por la adrenalina del morbo .
Algo sin dueño ni nombre comienza a gestarse; no se ha puesto el más mínimo empeño en definirlo ni justificarlo, solo es.
La génesis de un profundo cambio surge con un te quiero silencioso que eclipsa mis sentidos y muere en mi boca. Mis ojos enfocan la lápida donde yacen los restos de lo que una vez fue resonante indiferencia; hoy chispas nacientes de la ejecución de mi timidez a manos del atrevimiento.
Mis emociones en bruto acentúan mi apego. No quiero que me quieras a ratos. Pienso en ti.
La incertidumbre me ahoga, no tengo la más mínima idea de si en algún instante me he paseado por tu mente.
El firmamento estaciona alucinaciones en mi juicio que atesoran tu existencia. Algarabía estallando en mi pecho, extrema felicidad motivada por la minúscula y fugaz esperanza de que todo fuera posible.
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Universo suave
RandomEn este lugar toda existencia es cuestionable. Cosas como la realidad y el tiempo no son necesarias. A través de minúsculas historias con un ligero atisbo de poesía vislumbro perspectivas del amor, la muerte no física, los sueños y el miedo. Brev...
