Toys | Fem Dazai

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La reunión entre tres ejecutivos y dos empleados iba bien, demasiado bien para ser real, y Dazai se estaba comportando demasiado tranquila, cosa que le pareció raro a Kouyou y Mori.

- Dazai, ¿a que se debe tu tranquilidad?.- inicio la pelirroja.-

- Es que...- volteo a ver a Chuuya, quien estaba a su lado.-

- Creo que Nakahara-san amenazó a Dazai-san para que estuviera calmada en la reunión.- interrumpió Akutagawa.-

- Me sorprende que haya funcionado, ¿qué fue lo que paso para que llegara a esa amenaza?.-

- Uhm....-

『. . . 』

- ¿Pero que veo por ahí? ¡Un enano!.- la castaña corrió con intención de molestar a su compañero, pero resbaló con sus tacones.-

- ¡Dazai!.- cerro los ojos, preparada para sentir el golpe, pero nunca llego.-

Una mano estaba posada sobre su cintura y la otra...

- ¡Oh!~ ¡no sabía que Chuuya era un pervertido!~.- el rostro del pelirrojo ardió, sin saber exactamente que hacer con la mano que sostenía uno de los senos de la muchacha.-

- ¡Te hubiera dejado caer!.- y así lo hizo, la dejo caer, haciendo que soltara un sollozo de dolor y más tarde viera como su compañero se alejaba.-

- ¡Chuuya!~ ¡no te vayas!.- ahora estaba boca abajo contra el piso, con su peso presionando dolorosamente contra este.- ¡Al menos ayúdame!.- hizo un puchero al ver que el pelirrojo no estaba dispuesto a volver para ayudarla.-

Acabo por levantarse ella sola, después de todo no había nadie por ahí y el enano se negó a ayudarla. Enojada se retiro hacía una de las habitaciones dentro de las instalaciones de la port mafia para poder cambiarse de ropa, esto debido a que dentro de poco habría una junta con Mori.
Con el enojo aun acumulado salió ya vestida, dirigiéndose a una habitación qué estaba asignada solamente para Chuuya, esto por parte de Kouyou, quien consentía demasiado a Chuuya como si de un niño pequeño se tratase.

Abrió la puerta de golpe, sin encontrarse a nadie, solo estaba una cama simple con algunas prendas de ropa. Cerro la puerta y se adentro más hasta que vio al pelirrojo salir de la habitación de baño, únicamente con una toalla rodeando su cintura, tal parecía se había dado un baño rápido para ir presentable a la junta.

- ¿Qué carajos quieres?.- la castaña se acercó hasta abrazarlo y comenzar a mostrarle los pucheros qué hacía con su rostro, esto junto con unos chillidos. El pelirrojo no aguanto esto y le devolvió el abrazo.-

- Me dejaste sola en el pasillo... En el piso.- cuando Chuuya acepto salir con Dazai, no espero que sería igual a tener a un pobre cachorro bebé que ocupaba de su atención siempre y que le hacía berrinches cada que podía.-

- Perdón, en ese pasillo hay cámaras, si Mori llegará a ver algo estamos jodidos.- ambos tenían unos cinco meses de pareja a escondidas, la razón era simple: Mori.-

Si ese viejo llegaba a descubrir su relación es seguro que se aprovecharía de esto de una u otra forma, después de todo eran sus dos piezas más fuertes; Dazai con aquella inteligencia qué ningún otro tenía y Chuuya con una de las habilidades más poderosas.

- Pero me dejaste sola ahí... Ni siquiera un mensaje disculpándome.- Dazai podía ser de todo dentro de la mafia, desde la prodigio demonio hasta la ejecutiva más joven, pero todos desconocían qué era una berrinchuda a la que le debías dar atención todos los días o se iba a poner a llorar.-

Soukoku | Week +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora