Sweet Goodbyes

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 Kim Dokja es un joven de 20 años que sufre de una vida cruda y difícil.

 Desde que tiene conciencia es capaz de recordar a su padre alcohólico y a su pobre madre tratando de protegerlos de sus ataques de ira. Incluso cuando su vida cambió, al momento en el que su madre se declaró culpable del homicidio de su padre para protegerlo a él, no sintió que su tristeza disminuyera, y tampoco que los tratos que recibía se sintieran cariñosos o amistosos.

 De hecho, cuando fue acogido en la casa de su tía y primos, se sintió rechazado, como si fuera una carga pesada para esta familia, y al escuchar a su tía despotricando contra la esposa de su hermano fallecido, sabía que más temprano que tarde debía marcharse a otro lugar. Y así mismo hizo, cuando cumplió los 17 años, finalmente se marchó de ese poco llamado hogar, para pasar las noches buscando albergues donde dormir y luego volver al instituto al día siguiente con la misma ropa de ayer.

 Su formula para pasar la soledad era sencilla, pero llenadera. Desde hace un año, había encontrado una historia web lo suficientemente interesante para mantenerlo expectante esperando la actualización del día, y era el protagonista de esta historia, su razón para seguir sobreviviendo otro día, para esperar esa actualización.

 Este protagonista, era otro hombre, igual o más solitario que él mismo, y enfrentaba de frente el apocalipsis del mundo, con una fuerza desgarradora, que él también deseaba poseer, desafiaba a las constelaciones que se oponían a su victoria, a Dioses Externos que se cruzaban en su camino, y a criaturas de otros universos que tan valientes creían poder desafiar a un regresor.

 Y es que todo ese poder ser debía a la única habilidad de regresión, tan salvadora como exterminadora, le ahorraba la muerte a cambio de una vida eterna de dolor y sufrimiento. Era este "compañero" el que hacía llevaderas las noches de invierno y hambruna, y los días en los que los que sus compañeros de clase le recordaban su lugar vulnerable en el mundo, en el que no poseía fuerza, ni poder para defenderse de ataques de simples mortales.

 "Yo soy Yoo Joonghyuk" coreaba tras cada golpe "Yo soy Yoo Joonghyuk".

 En una noche de abril, enfermó y sufrió de intensas fiebres, dolores de estómago y vómitos. Finalmente se quedó dormido al séptimo intento de descansar. Sin embargo se sintió extraño cuando despertó nuevamente en un lugar desconocido, rodeado de estanterías que podía seguir con la mirada hasta el infinito, llenas de libros también infinitos.

 Se levanto del piso a ver de que se trataba, tomó alguno de los muchos libros sin portada y al abrirlo, salió una pequeña mariposa de este, amarilla como papiro quemado, llena de líneas extrañas. La mariposa escapó, no le dejó tiempo de revisarla más a fondo.

 Tomó otro libro, esta vez negro con una cubierta rugosa y con detalles interesantes, mas al abrirlo sintió un dolor tremendo en su nariz, lo que sea que haya salido del libro lo había golpeado de lleno en la cara, y ahora había salido corriendo por el pasillo de estanterías.

 ─Demonios, es veloz y fuerte... no siento la cara entera ─decía muy bajito Kim Dokja, herido en el piso.

 ─Tú ─una voz le habló, con mucha fiereza le encaró─, ¿quién eres, qué es este lugar?

 ─¿Eh? ─Kim Dokja logró observar lo que había salido del libro, era una persona entera, y definitivamente no era alguien con quien jugar─. Disculpe, yo tampoco sé dónde estoy.

 ─Tsk ─chasqueó la lengua y pasó de largo al pobre tendido en el suelo, no parecía interesado en lo absoluto si no tenía información que darle.

 ─Mi nombre es Kim Dokja ─trató de llamar su atención, persiguiéndolo poco a poco, el tipo frente a él se movía ágilmente entre las estanterías─ ¿Cómo se llama usted?

 El hombre se detuvo abruptamente para verlo duramente, lo examinó con nuevo interés.

 ─Mi nombre es Yoo Joonghyuk.

 Kim Dokja quedó inmóvil después de escucharlo, no pensó en coincidencias, estaba seguro de que era el mismo Yoo Joonghyuk que había anhelado ser.

 ─Entiendo.

 Sus ojos mostraban una alegría mucho más allá de la que comúnmente sentía, era estar con su persona, bueno, personaje favorito, no quería mostrase demasiado desesperado así que se contenía con mucho rigor.

 ─¿Le importaría si lo acompaño? ─preguntó.

 ─Has lo que quieras ─él respondió.

 Yoo Joonghyuk continuó la marcha rápida que Kim Dokja apenas y seguía, juntos se dirigieron por los largos pasillos a una creciente luz blanca que parecía ser el final de todo, fue un camino silencioso pero para Kim Dokja le valia mucho más poder visualizar quien lo acompañaba, así fuera únicamente visible su espalda y medio costado.

 ─Creo que he tenido mucha suerte ─dijo Kim Dokja, rompiendo el silencio cuando ya la luz envolvía la mayoría del panorama.

 ─¿Por qué dices eso? ─preguntó aún sin darle demasiada atención.

 ─Porque lo conocí a usted, claro. Sin usted habría estado muy perdido hace mucho tiempo atrás.

 ─Hmm ─Yoo Joonghyuk nunca fue de decir muchas palabras, era solo otra parte de saber que era él.

 Ambos atravesaron la luz, sus cuerpos se iluminaron celestialmente y parecieron ascender como estrellas, uno detrás del otro.

 Kim Dokja jamás despertó de esa tarde de fiebres, pero se podría decir que él tampoco lo supo, y mucho menos, que le importó.



Notas:

 Este es un trabajo para mi clase.

Está hecho desde una mecánica de clase en la que elegimos una tarjeta como base inspirativa. Mi tarjeta tenía libros y mariposas, esto lo aproveché y lo relacioné con el mundo de lector omnisciente.

Espero sea del agrado de alguien. Si pueden dejar un comentario o su opinión sería maravilloso.

Muchísimas gracias por leer.

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