A pesar de todos sus esfuerzos, Ana no pudo superar su depresión después de la muerte de su hermana. A pesar de la ayuda de su familia, amigos y profesionales de la salud mental, se sentía abrumada por la tristeza y la desesperación. La idea de seguir viviendo sin su hermana era demasiado dolorosa para ella.Un día, después de una discusión con su familia, Ana tomó una sobredosis de pastillas. Fue encontrada a tiempo y llevada al hospital, donde los médicos lucharon por salvar su vida. Afortunadamente, Ana sobrevivió, pero su salud se había deteriorado mucho.
Después de este intento de suicidio, Ana pasó varias semanas en el hospital, recibiendo atención médica y psiquiátrica intensiva. Pero incluso después de su alta, su salud mental seguía siendo frágil. A pesar de los esfuerzos de su familia y amigos, Ana no pudo encontrar la fuerza para seguir adelante.
Finalmente, Ana murió a causa de complicaciones relacionadas con su depresión. Su familia estaba destrozada por su partida, pero sabían que Ana había luchado una batalla difícil y que finalmente había encontrado la paz.
A pesar de su dolor, la familia de Ana sabía que debían seguir adelante. Recordaron a Ana con amor y cariño, y se apoyaron mutuamente en su dolor. También se dedicaron a ayudar a otros que estaban luchando con problemas de salud mental, en honor a la memoria de Ana.
La partida de Ana fue una tristeza para todos los que la conocían y la amaban. Pero su legado de amor y apoyo viviría en la memoria de todos los que la habían conocido. Y su familia sabía que, aunque Ana ya no estaba con ellos físicamente, su espíritu siempre estaría presente en sus vidas.