¿soy la culpable?

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Los rayos de el sol pegaban directamente en la cara de la rubia, está intento abrir sus ojos , pero estos no cooperaban, parecía como si sus pestañas estuvieran echas de piedra. Intento unas cuantas veces más, hasta que por fin logró abrir sus azulados ojos

Intento reincorporarse en la cama, vaya que lo intento. Pero volvió a caer cuando sintió un dolor punzante atravesar sus piernas, núcleo y  caderas. Cerró los ojos y gimió bajo.

Entonces las bochornosas imágenes pasaron por su mente. Una y otra vez.
Cómo si quisiesen volverla loca.
Todavía puede oír en sus oídos sus desgarradores gritos, los gemidos de Merlina, los vergonzosos chapoteos de su sangre, y los constantes y enfermizos sonidos que hacía Merlina al chocar con su piel.

Quería gritar de agonía y rasgar cada parte de su cuerpo dónde las asquerosas manos de su violadora tocaron.

Cuando su vista se enfoco, logró visualizar que Merlina ya no se encontraba en la habitación.

Se tapo los oídos, queriendo que los gemidos de Merlina y los gritos por parte de ella se detengan. Sintió un asqueroso líquido pegajoso en su entrepierna, no debía ser adivina para saber que era su propia sangre.

Sentía una rabia incontrolable, quería gritar , estuvo a punto de hacerlo, pero escucho como abrían la puerta y vio a Merlina.
Todos sus llantos lastimeros se quedaron atorados en su garganta.

Logró ver cómo se acercaba a pasos lentos hacia su cama, está traía consigo una bolsa color crema.

- Buenos días, cara mia- lo dijo con su tono habitual, cómo si todo lo que hizo anoche jamás hubiera sucedido.

Dejo lo que traía consigo en la mesa de noche que se encontraba al lado de ella. A pasos lentos se fue acercando a Enid, se sentó en un costado de la cama e intento acariciar su mejilla,  Enid se aparto inmediatamente de ella, por miedo, pero  no pudo hacer otro movimiento por el horrible dolor que sentia.

La de piel pálida al ver esta acción tenso un poco su mandíbula y intento acariciar otra vez a la rubia está vez  logrando su objetivo , el cuerpo entero de la rubia entro en pánico.

- Te ves agitada, ¿ Por eso no me devolviste el saludo?- lo dijo trazando patrones invisibles en el brazo de la rubia, sintiendo como el cuerpo de esta temblaba.

- Saludame, eso es lo que hacen las personas educadas, bueno yo lo hago.

Enserio, ella se atreve a decirle eso, cuando anoche demostró ser de todo menos una persona educada.

- Está bien no me saludes si no quieres, no me importa- lo dijo con un tono de dolor fingido, el cual aterro demasiado a la ojiazul.

-Bue.....Buenos días- respondió la rubia. La pelinegra esbozo una mini sonrisa.

- Mira te traje el desayuno- dijo apuntando hacia la bolsa color crema que trajo consigo.

-Lo siento, pe....pero no tengo apetito.- la lincantropo estaba temblando ante la mirada que le dió la Addams.
-No te pregunté si querías, yo te lo traje y te lo vas a comer.- acto seguido agarro de los brazos a la rubia con fuerza y la hizo sentarse de golpe en la cama, esta acción género un dolor increíblemente inmenso en los huesos de su cadera, sacándole sisiseos de dolor, lo que pareció agradarle a la ojinegra.

Está abrió la bolsa y saco el contenido.

Era una tostada y un café su olor era exquisito, pero a la rubia solo le generaba náuseas.
Merlina acerco la tostada a la ojiazul, esta en un acto de reflejo giro su cabeza, asiendo que el alimento chocase con su mejilla. Esto hizo enfurecer a la Addams
-Escuchame bien, no aguante todas las miradas acosadoras de el enfermo de Tyler para que tú no te lo quieras comer, así que te la comes por las buenas o por las malas, tu decides.

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⏰ Última actualización: Jul 21, 2023 ⏰

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Perfect Crime (Wenclair)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora