🪷- 10

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Sus feromonas se habían esparcido por toda la casa, al llegar esa tarde a la vivienda Hwang no tardó en dar la orden a sus empleados ㅡlobos beta, por suerteㅡ de preparar un té con calmantes

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Sus feromonas se habían esparcido por toda la casa, al llegar esa tarde a la vivienda Hwang no tardó en dar la orden a sus empleados ㅡlobos beta, por suerteㅡ de preparar un té con calmantes. No para dormir a Felix, sino para que estuviese al menos un poco menos consciente y así no buscara contacto puro con el mayor.

Felix no dejaba de aferrarse al cuerpo de su alfa, intentando controlarse lo que más podía mientras terminaba de cegarse por el celo. Se removía entre sus brazos, soltaba jadeos por el dolor que la situación le causaba en sus zonas sensibles, lloriqueaba por la necesidad de ser atendido tan rápido como pudiera. Su celo siempre había sido fuerte y temía que ésta no fuera la excepción o, peor, que esta vez viniera con mucha más fuerza.

ㅡ Esperame aquí, lobito, no tardo.

Besó la frente del menor y subió rápidamente las escaleras después de dejarlo en el gran sofá de la sala, batalló un poco cuando las frágiles manos del omega se negaron a soltarlo por unos segundos hasta que se dio cuenta de la situacion y finalmente accedió. HyunJin caminó lo más rápido que pudo casi que corriendo y una vez llegó a su destino: aquella bolsa negra, tomó dos capsulas de pastillas y se las tragó sin siquiera tener la necesidad de tomar un poco de agua.

Sus grandes manos se apoyaron en el escritorio del lugar, relamiendo sus labios y esperando a relajarse un poco. Felix lo había impregnado de su aroma como si hubiese estado intentando atraerlo y cegarlo, no era su culpa, por supuesto que Hwang era consciente de ello; pero supo que controlarse sería algo muy difícil si en solo su primer día, las cosas ya habían empezado así.

Aún estando lejos podía sentir al omega. Lo sentía en sus fosas nasales, lo sentía en sus colmillos, lo sentía en la nuca, en el pecho, lo sentía en su lobo volviéndose loco por atender a ese bonito chico. Estaban tan conectados que lo asustaba, lo asustaba porque siempre lo había percibido pero no de esa manera tan profunda.

Sacudió su cabello y se limpió las manos sudadas por los nervios en la ropa, no sabía si estaba listo para salir de esa habitación todavía, pero aún así lo haría.

Su omega lo necesitaba, no era momento de hacerse para atrás.

Dejó que pasaran los cinco minutos que las instrucciones indicaban y bajó otra vez en busca del pecoso. No tardó en encontrarlo, estaba en el mismo lugar que antes aunque ya no en la misma posición. Felix se encontraba recostado en uno de los extremos del sillón, sus manos juntas eran apretadas entre sus piernas y la expresión de dolor que tenía en el rostro era lo que más resaltaba. Sus labios se separaban por pocos segundos antes de juntarse y apretarse con fuerza como si intentara no soltar sonido alguno, de todos modos parecía no funcionar, pues aquellos lloriqueos y jadeos no dejaban de oírse en la gran sala.

ㅡ H-hyunjin... mgh.

ㅡ Aquí estoy, pequeño, aquí estoyㅡ Sin siquiera dudar de sus actos y dejándose llevar por su instinto protector, se sentó en el sofá.

𝅋 D̸LMLU 𝅍 hyunlix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora