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Su cuerpo temblaba al igual que su voz haciendo eco ante el silencio aplastante dentro del palacio, por otro lado Da reum tenía la vista clavada al piso sin parpadear siquiera, hasta juraría que su respiración comenzaba a detenerse. Cuando el funcionario terminó su declaración espere a que el capitán confirmara si faltaba algún otro detalle, este asintió.

Tn:Que desperdicio -mis labios se curvaron en una sonrisa porque era la primera vez que imponia castigo alguno a los de alto rango, había soportado humillaciones de su parte antes de ser emperatriz y ahora podía hacer con ellos lo que solo sucedía dentro de mi cabeza- Bae Soo hay tienes a los nuevos esclavos.

El consejero trago pesado dejándose caer ante mí, su frente sudaba tanto que comenzaba a asquearme, el resto lo siguió rogando por sus vidas, no es como si los fuera a ejecutar pero tenían probabilidades de morir y yo haría que las probabilidades aumentaran.

Tn:Está prohibido que consuman cualquier alimento y bebida, será una suerte que sobrevivan -ordene al capitán y este subió su mano hecho puño al pecho antes de ordenar a los guardias que se los llevarán-.

Sus gritos eran ensordecedores mientras eran arrastrados fuera del palacio, luchando inútilmente por escapar. Los pocos que quedaron cerraban con fuerza sus ojos escuchando las súplicas desesperadas alejándose por los pasillos.

Tn:Podemos comenzar con la reunión -se levantaron del suelo algunos con temor y otros soltando el aire retenido pero ninguno se atrevió a levantar la vista- Park Da reum queda oficialmente removido de su cargo, Lee Jong Suk ocupará su puesto.

Lee Jong Suk:¿Qué? -pronunció con voz temblorosa y por primera vez me miró para volver a bajar la cabeza- será un honor majestad.

Ser consejero era una gran responsabilidad, cualquier acción y comentario a su majestad afectaría poco o en gran magnitud. Lee Jong Suk lo sabía, había gobernado el imperio hacía algunos años y conocía la función de cada miembro del palacio imperial.

Los alrededores quedaron en silencio, el miedo se había apoderado del palacio; no hubo interrupción alguna, todo parecía desolado tan repentinamente. Era increíble lo que el miedo lograba en ellos.

Los hijos de los funcionarios expulsados ocuparían su lugar, se les darían clases especiales y finalmente deberían aprobar un exámen para ocupar el puesto de sus padres, de lo contrario toda la familia pagaría las consecuencias por tal falta de respeto. Gim Dante sería el guardia que se encargaría de llevarme a la casa del harén y por parte del capitán Jeon se encargaría de entrenar y buscar algún candidato que fuera digno de ocupar su puesto ya que su hijo no podría ser su sucesor; los concubinos sólo estaban para satisfacerme.

El atardecer pintaba de naranja y rojo el cielo. Mis hombros estaban tensos y mi estómago comenzaba a molestar, el capitán y el guardia imperial caminaban a mis espaldas hacia mí alcoba; cualquiera que se percataba de mi presencia corría despavorido, estaba cansada de contenerme…y les daría una razón para llamarme asesina.

Quienes caminaba por los pasillos evitaban mirarme y sus pasos eran tan ligeros como si temieran ante el más mínimo ruido.

Sin embargo, no esperaba la visita del ministro.

Bae Soo:¿Qué hace aquí?.

El ministro se inclinó apretando sus prendas tan fuerte como sus manos podían.

M:Su majestad -contestó bajito- el consorte Kim Seokjin desea poder verla.

¿Verme? si no lo conociera. Es claro que el ministro teme lo que pueda pasar y lo único que se le ocurre es traerme a Seokjin.

Tn:Llévalo al jardín y pide a los sirvientes que lleven la comida, tienes cinco minutos.

Una de las mujeres que esperaban fuera de mí alcoba abrió la puerta, caminé a la cama acostándome unos instantes calmando el dolor en mi espalda antes de dirigirme al jardín.

𝙃𝘼𝙍𝙀𝙉 [ᗷTՏ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora