5. recuerdos

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Me había encontrado con Jorge en la discoteca de la ciudad, a pesar de no querer hablar con él, se arrimó demasiado rápido.

Sé que no debía pasarme con la bebida, pero escucharlo era realmente agotador.

A paso pesado volví a casa, no eran más de las siete de la tarde cuando me encontré delante de mi puerta, con jorge babeando a mis espaldas.

-Oye, me ha encantado volver a hablar contigo, no quiero que esto te suene raro, pero me gustaría poder arreglar las cosas.

-¿Arreglar las cosas?, me pusiste los cuernos, dos veces, ¿crees que seré tan fácil?

Puso su mano en mi mejilla, se la habría apartado, pero estaba exhausta por el efecto del alcohol.

Él se acerca más y no puedo moverme, mis ojos se encuentran con los suyos.

-Olvidame Jorge.

-Ya lo he intentado Lucie.. pero eres la mujer de mi vida..

-Te has dado cuenta demasiado tarde ,¿no?, te quiero fuera de mi vida, ahora.

De pronto, Jorge golpeó la pared con su puño, al lado de mi rostro.

Me estremecí en el sitio de la impresión, estaba acorralada y amenazada por su actitud.

-Deja a la chica.

La voz de Pedro resonó por el pasillo vacío.

La mirada de Jorge se posó sobre Pedro, se puso blanco al verlo, parece que no le gusta la idea de que alguien famoso le pille casi golpeando a su ex novia.

-Solo estabamos conversando.- Se aparta levemente de mí y me toma del hombro.- Ella es mi novia, tranquilo.

La mirada de Pedro se prendió en fuego tras escucharlo.

-Quitale la mano de encima, no quieres atenerte a las consecuencias maldito borracho.

¿Qué?, ¿borracho?

Me olvidé del hecho de que me encontré a Jorge en la discoteca, me había acostumbrado al olor a alcohol que emanabamos, pero no fué difícil para pedro detectarlo.

-Sí no qué, ¿qué piensas hacer?, puedo tirar tu carrera por la borda.

No se lo pensó dos veces y pedro se acercó a Jorge propinándole un puñetazo.

-¡Joder!, maldito hijo de puta.

Empezaron a pelearse, pedro era bastante ágil, pero eso no evita que se estuviera llevando algun golpe, eso me hizo entrar en pánico, pero de pronto nos vimos interrumpidos por el casero cuál echó a Jorge del edificio.

Había estado mirando las cámaras y vio el acoso de Jorge, planea ponerle una orden de alejamiento para que no pueda molestat a nadie del edificio nuevamente.

Sonreí al escuchar la noticia, minutos después, me encontraba mirando a Pedro a los ojos en medio del pasillo vacío, él tenía un moreton en la mejilla, y le sangraba el labio.

Con suavidad retira las lágrimas que quedaban en mi rostro.

-¿Por qué hiciste eso?, te podría haber apsado algo, tenía miedo de que, te hiciera algo.

-Eso no importa, ahora estás bien, no iba a quedarme de brazos cruzados para que ese gilipollas tuviera oportunidad de hacerte algo.

Sonreí tiernamente e invite a pedro a pasar a mi casa, me dí cuenta que no entraba a mi casa desde la vez que me encontró tirada en el suelo, eso me hace sentir algo culpable, es tan bueno conmigo, pero me he estado dedicando tanto a mi misma que no he sido capaz de invitarle a tomar un café o algo.

Pedro se sentó en el sofá, volví con algodón y ungüento.

Me acerco a él para curarle, tengo sus piernas a mis laterales, me hace sentir algo nerviosa, de pronto, las robustas manos de Pedro se situaban en mi cintura, haciendo que me sea mas fácil acercarme a él.

Su agarre es algo torpe, por lo que intenta acomodar sus manos cada vez que puede, es algo tierno como intenta no incomodarme, y me hace esbozar una leve sonrisa mientras tenemos contacto visual.

Había aplicado el ungüento en el ematoma de Pedro, y me dirjí a quitarle la sangre del labio con el algodón, le doy suaves golpecitos donde tenía el corte, se quejó levemente, cuando nuestros ojos se encontraron, comenzó a reirse tiernamente, por impulso creé una mueca divertida lo cuál le provocaba más risa.

Tras terminar de curarle, él seguía con sus manos en mi cintura y yo no podía quitarle las manos de encima, su mirada, se volvió distinta, era enigmática y un tanto seductora.

Me come con la vista mientras levemente con su pulgar acaricia mi cintura, mi respiración se agita y empiezo a sentir algo extraño en mi estómago, ¿serán mariposas o es que el alcohol me está dando una mala pasada?

Me hechiza con la mirada y no puedo evitar sentirme encantada en estos momentos.

-Te.. ¿sientes mejor?

-Sí, gracias por curarme.

Tomé las manos de pedro cuidadosamente quitandolas de mi cintura, aunque me moría porque siguieran ahí, me siento a su lado y apoyo mi cabeza sobre su hombro.

-¿Estás saliendo con alguien?

-¿Eh?

-Has estado bastante ocupada estas últimas semanas, y no he podido evitar fijarme en que te veo con muchos hombres por estos pasillos últimamente.

Bajo la mirada, sé que tiene razón.

-Bueno.. he intentado encontrar a esa persona especial, pero no terminabamos con nada serio.
No soy santa, terminabamos liandonos pero, no sentía nada y, cada vez que podía ponia una excusa para terminar echandolos.

Me acurruco a su lado, las horas pasan y quedamos en silencio, cuidando uno del otro.

Pasaron varios días desde el incidente, pensé tal vez en que estaba bien tener un detalle con pedro después de que tuvo que aguantar a Jorge.

Llamé a la puerta de Pedro con un regalo en mi mano, y de pronto mi corazón se rompió en pedazos.

Llamé a la puerta de Pedro con un regalo en mi mano, y de pronto mi corazón se rompió en pedazos

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Una chica alta, mayor que yo, en un vestido ajustado, abrió la puerta.

-Oh, hola ¿deseas algo niña?

No tengo palabras ante esa situación, ella parece una supermodelo y yo solo soy una mocosa.

Escondo el regalo y niego con la cabeza.

-Yo, ya me iba en verdad, creo que, me he equivocado de piso.

Me fuí lo más rápido que pude sin darme cuenta de que dejé a Pedro atrás también nada más marcharme.

Chupitos de amor [Fanfic Pedro Pascal]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora