Chupitos de amor [Fanfic Pedro Pascal]

7. más que amigos.

Aviso: A partir de este tramo de la historia se mostraran temas que puede ser hirientes para la sensibilidad del lector, como suicidio, autolesiones, trastornos etc.

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Quedan avisados.

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Me lamentaba cada segundo de mi vida mientras miraba la prueba.

Los nombres de Pedro y Alan se pasan por mi cabeza como meteoritos a punto de destruir un planeta entero.

Mi corazón va a mil por hora, mientras el sudor frío recorré mi cara.

-Positivo.

Me senté en el suelo del cuarto de baño asimilando la situación, tomo las tres pruebas y las miro fijamente.

-No es cosa de un error, estoy.. embarazada.

¿Cómo podía explicarle esto?, y.. lo más importante, como podría yo decirle a pedro que tengo un hijo que no es suyo. No somos nada, pero no estamos como para darle esa noticia.

Llamé a Alan por teléfono y con voz temblorosa le confirmé.

-Alan, estoy embarazada de más de un mes y medio, el hijo es tuyo.

El tenso silencio se metía por mis huesos, después de eso, escuché los gritos de una chica junto a los de Alan y próximamente el portazo con el que terminaría su nueva relación.

-Bien, estaba con Alise y se acaba de enterar de que estás embarazada, de puta madre.

-Yo.., Alan no pretendía eso.

-Solo, olvidalo, abortalo y ya está.

-¿Qué..?

-Que quieres que diga, sabes que lo nuestro fue un pasatiempo, Lucie, estaba llevando todo sobre ruedas y ahora Alise se ha ido por esta puta mierda, olvídame.

Colgó la llamada. Mis manos temblorosas sostenían mi teléfono, acabo de perder a mi mejor amigo, probablemente pierda a Pedro también, y ahora tengo un hijo en mi vientre cuál su padre no quiere hacerse cargo.

Las ideas de suicidio pasan por mi cabeza. Tomo las pruebas de embarazo y las tiro a la basura.

Me dirijo a la cocina y tomo el primer cuchillo que me encontré. Lo pego a mi piel, se siente fría la hoja del utensilio. Ésta acaricia mi piel creandome un fino pero doloroso corte. Me estremecí de los nervios y el dolor. Tiré el cuchillo, puse mi mano en el corte. No serían más de 4 cm de largo y a penas un corte superficial.

-Joder.

Claramente el corte iba a sangrar, pero la idea de seguir estaba en mi cabeza, las lágrimas estaban rodando por mis mejillas.

¿De verdad merezco este final?, me pregunto constantemente.

Estoy en el borde del colapso, así que decido tomar la decisión más racional.

Llamo a la puerta de Pedro, él me abre con una leve sonrisa, tras mostrarle mi brazo una expresión de terror se quedó en sus ojos.

En a penas unos 5 minutos, me encontraba con la muñeca vendada, sentada en el sofá de Pedro con él de cunclillas mirandome delante mía.

-¿Por qué hiciste eso..?

Dijo con un tenue tono de voz.

-Lo siento.

Repetía constantemente mientras mis mejillas se convertian en el río Nilo.

-No pidas disculpas.. ¿qué ocurre?