º-𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟔-º

35 2 0
                                    


//15/09/22// 17:37 p

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

//15/09/22// 17:37 p.m. // Acantilado a las afueras de Los Santos//

GRACE

Llevábamos más de media hora en aquél sitio. Nos habíamos acomodado uno al lado del otro, yo apoyada en su pecho sintiendo el sonido que emitía su corazón. Aquello me relajaba. Escuchar su corazón a un ritmo monótono que daba la señal de que seguía vivo me provocaba una pequeña paz. Habíamos decidido ignorar a nuestras familias y seguir allí juntos. De vez en cuando sentía la necesidad de encontrarme con sus labios, de querer besarlos.

Pero eso también me daba miedo.

No quería que fuéramos algo, no aún.

Él no me conocía mucho y tampoco yo a él y sabíamos que si teníamos más acciones así, acabaríamos malinterpretando todo.

Salí de mis pensamientos al notar mi teléfono móvil vibrar en mi bolsillo, lo saqué y miré como la pantalla mostraba el nombre "AaViejo-♡".

—Ahora ni hables, Ishiro. —Le miré al incorporarme y contesté— Hola, papá.

//15/09/23// 18:03 p.m. // Comisaría de Los Santos//

Llegué a comisaría, había salido casi corriendo del acantilado en el que estaba junto a Ishiro. Aparte de que me había amenazado a mí y al pelirrojo, me dijo que tenía que decirme algo importante.

Me daba rabia a veces que mi padre fuera el superintendente. Sabía absolutamente todo de todos, y eso me incluía a mí.

Subí a su despacho y toqué la puerta, cuando recibí la aprobación de entrar, pasé. Ví a todos los del CNI allí: Michelle en el reposabrazos del sofá, Freddy a su vera, Horacio en el otro reposabrazos y Viktor Volkov apoyado en la pared. Jack estaba en su silla, con las manos entrelazadas encima de la mesa con semblante serio. A su lado estaba Gustabo, apoyado en la silla.

—Siéntate, cariño. —El rubio habló, parecía algo muy serio.

—¿Qué ocurre? —La curiosidad ya me mataba.

Michelle se levantó y dejó unas carpetas sobre la mesa, la miré y ella simplemente abrió una de ellas, mostrando una ficha policial, me acomodé a leerla mejor y ví claramente el nombre: Armando Grúas. Cuarenta y siete años. De procedencia española. Acusado de narcotráfico, robo a mano armada, lavado de dinero, tráfico de armas y sustancias, etc.

Pasé la hoja y ví otra ficha: Yun Kalahari. Cuarenta y seis años. De procedencia china. Acusado de lo mismo que Armando.

Había una última ficha antes de varios informes y no sé si algún día me arrepentiré de haberla leído: Ishiro Grúas Kalahari. 19 años. Procedencia Estadounidense. Con aviso por disturbios en las calles y peleas callejeras pero sin ningún tipo de cargo legal importante.

❥︎//𝕯𝖊𝖘𝖉𝖊 𝖊𝖑 𝖔𝖙𝖗𝖔 𝖇𝖆𝖓𝖉𝖔//✞︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora