Viejos amigos, nuevos problemas

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Narrador

Los dos novios yacían en su cama durmiendo muy plácidamente, dormían tan profundamente que en esa cabaña silenciosa el único ruido que se podía escuchar era la respiración que apesar de que hayan pasado pocas horas de esa noche pasional aun se podía escuchar en ellos ese jadeo que solo una noche tan intensa como esa pudo darles

Pero con lo que ninguno de los dos contaba es que alguien muy cercano a ambos entraría por esa puerta en unos momentos

Narra Besty

Me había levantado muy temprano, tanto que el sol apenas y terminaba de salir y mi cabaña era iluminada por esa luz

Betsy: *bosteza mientras se estira* ahhhh~ muy bien a empezar el día...

En eso saqué mi varita y en un rápido movimiento mi cama ya estaba tendida y ya tenia mi ropa de siempre, pero note algo que me dejo extrañada

Betsy: mmm?
*mira más de cerca su varita* oh no creo que esta es la varita de Erizo, debí dejar la mía en su cabaña

En eso, moviendo la varita de Erizo me teletransporte rápidamente frente a su cabaña para poder darle su varita y empezar bien mi día y quizá aprovechar para entrenar un poco su magia

Al estar frente a la cabaña de Erizo iba a tocar su puerta pero recordé lo temprano que era así que probablemente ella estaría dormida, entonces pense en solo entrar y dejar su varita por ahí y llevarme la mía

*abre la puerta*

Betsy: ¿Erizo?....

Efectivamente ella estaba dormida y mi varita estaba en una mesita de noche al lado de la cama de Erizo pero lo primero que note fue a Erizo la cual estaba profundamente dormida y abrazada a Oscar

Betsy: awwww.... ¿mmm?

Entrecerre mis ojos para verlos mejor y pude notar que... Erizo y Oscar... están ¡¿desnudos?!

Me acerque a la cama de Erizo para verlos mejor y resultó que si ambos probablemente estaban al completo desnudos y ese solo echo hizo que mi cara ardiera y sintiera mi corazón algo acelerado, pero la cereza del pastel fue que cuando miré hacia el suelo de la cabaña note que estaba pisando el sueter de Oscar y cuando miré más alrededor note que la pijama de Erizo estaba en el suelo y también... la ropa interior de ambos, y eso sumarle el echo de que se veían tan cansados, que el cabello de ambos estaba tan despeinado y también que anoche me pareció escuchar... gritos que parecían de Erizo, solo hizo que mis piernas se pusieran temblorosas, sentía mi cara roja y ardiendo y mi corazón latía a mil, estos dos campistas habían tenido una noche de pasion y estaba viéndolos descansar plácidamente como si nada hubiera pasado

Obviamente no desperté a ninguno porque sería muy incomodo pero aún así dudo que pueda ver a Erizo o a Oscar a los ojos después de esto...

Deje la varita de Erizo rápidamente en su mesita de noche, tome la mia y retrocedí lentamente con mis piernas temblorosas, mi cara roja y mis ojos abiertos como platos, hasta que llegue a la puerta, la abrí y cuando le cerré me senté en las escaleras de la cabaña, abrace mis rodillas y me puse a pensar en lo que acababa de ver, hasta que salí de mis pensamientos por una voz

Susie: ¿Betsy?

Betsy: ¿¡Su-Susie?! *asustada*

Susie: wow tranquila jajajaj, estas muy roja... y pareces aterrada, ¿que ocurre?

Betsy: y-y-yo *suspira* nada Susie, ¿porque? *sonrojada*

Susie: nomas... bueno iba a entregar este papel a los bebes y pues es la última cabaña que me falta *se acerca a la puerta*

♡¿𝑪𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒎𝒑𝒆𝒛𝒆 𝒂 𝒂𝒎𝒂𝒓𝒕𝒆?♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora