⟦♡⟧ Playa

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Cristian y Heungmin habían planeado un viaje a la playa desde hace meses. Habían reservado una hermosa cabaña frente al mar, donde pasarían una semana juntos disfrutando del sol, la arena y el mar. Desde el primer día, se divirtieron explorando las playas cercanas, probando la deliciosa comida local y tomando fotografías impresionantes del paisaje. Sin embargo, el tercer día, después de un día agotador lleno de actividades, decidieron tomar una siesta en una hamaca que habían colgado entre dos palmeras.

El aire era cálido y pesado, y la hamaca se balanceaba suavemente con la brisa del mar. Cristian se acurrucó junto a Sonny y envolvió su brazo alrededor de su cintura mientras cerraba los ojos. Heungmin, sonrió y recostó su cabeza en el hombro de su novio, sintiendo su cálido aliento en su cuello.

La hora pasó rápidamente, y cuando finalmente se despertaron, se dieron cuenta de que el sol ya se había puesto y el aire se había enfriado drásticamente. Se levantaron rápidamente de la hamaca y se frotaron los brazos para mantenerse calientes.

— Oh no, se hizo tarde. — Dijo Heungmin con una expresión preocupada en su rostro. —Debemos regresar a la cabaña.

Caminaron rápidamente por la playa, tratando de mantenerse calientes en la brisa fría. Cristian tomó la mano de Heungmin para ayudarlo a caminar en la oscuridad. A medida que avanzaban, la playa se volvía más solitaria, y el sonido de las olas se hacía cada vez más fuerte.

De repente, se dieron cuenta de que se habían perdido. Miraron a su alrededor, pero todo parecía igual. El pánico comenzó a apoderarse de ellos, y Cristian comenzó a maldecir su suerte.

— ¿Cómo pudimos perdernos? Deberíamos haber sido más cuidadosos.

Habló con frustración en su voz. Heungmin lo miró con una sonrisa tranquilizadora en su rostro.

— No te preocupes, encontraremos el camino de regreso. Solo necesitamos mantener la calma y usar nuestras cabezas, Cutie.

Cristian asintió, sorprendido por la sabiduría y la valentía de Heungmin. Después de unos minutos, encontraron un pequeño sendero que conducía hacia las cabañas. Se abrazaron aliviados y caminaron rápidamente hacia su cabaña. Al llegar, se acurrucaron juntos en la cama, agradecidos por estar seguros y juntos.

Esa noche, se dieron cuenta de lo mucho que se preocupaban el uno por el otro, y prometieron ser más cuidadosos en el futuro. Se acurrucaron juntos, sintiendo el cálido abrazo del otro, y se quedaron dormidos sabiendo que estaban donde pertenecían: juntos en una cabaña frente al mar.

Y Si el Destino nos Cruzó... [CutiSon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora