𝐁𝐈𝐎𝐍𝐃𝐀 || ¿La maldición Potter aplicaba en rubias?
La llegada de Alheli Potter al mundo mágico no pudo estar más llena de problemas desde un inicio, aunque jamás pensó que con el pasar de los años terminaría envuelta en un problema romántic...
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Habían pasado aproximadamente 10 años desde el día en que los Dursley se despertaron y encontraron a sus sobrinos en la puerta de entrada, pero Privet Drive no había cambiado en lo absoluto.
El sol iluminaba el numero 4, avanzando hasta el salón, que era casi identido a aquel en donde Vernon escucho noticias sobre lechuzas, una noche hace 10 años. Las fotos en las repisas eran el único testimonio del tiempo que había pasado.
Hace 10 años, la repisa estaba llena de fotos de lo que parecía ser una pelota rosada con gorritos, pero Dudley Dursley ya no era un niño pequeño, y en este momento las fotos mostraban a un niño grande y rubio, únicamente de ese niño. No se veía señal de que ahí pudieran vivir más niños.
Sin embargo, Alheli y Harry Potter estaban ahí. Alheli acariciaba los cabellos rebeldes del niño, quien dormía agusto regargado en el estómago de la niña, calmado entre las respiraciones de su hermana mayor, aunque no por mucho tiempo.
