Capítulo 3.

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—¿Crees que estaba diciendo la verdad? —TaeHyung miró hacia la casa de JungKook. Nunca había conocido al hermano mayor de los Jeon como un mentiroso. JungKook era un montón de cosas, hosco, corto de paciencia, un golpeador de cabeza cuando era necesario, sobre todo si se atravesaban en su camino, pero él nunca había sido un mentiroso.

—Por la forma en que nos amenazó, —dijo JiMin—. Tiene que serlo. 

TaeHyung soltó un bufido. —JungKook nos amenaza todo el tiempo.

—Sí, pero no así, — dijo JiMin—. ¿Viste la mirada en sus ojos?

TaeHyung lo había hecho. Miró alrededor de la hoguera. — ¿Adónde se fue Dae-Hee?

—Ni idea, —JiMin se encogió de hombros—. Pero es mejor vigilar las cosas. Si Dae-Hee descubre que el humano está aquí, no sabemos lo que hará.

Si Dae-Hee se acercaba al compañero de JungKook acabarían enterrando a su padre. Dae-Hee podía ser el hijo de perra más malo que caminaba por la tierra, pero JungKook había entrado en lo suyo y TaeHyung vio el leve temor que entraba en los ojos de Dae-Hee cada vez que JungKook se enfadaba.

Los vientos estaban cambiando. No solo uno de ellos finalmente encontró a su compañero, sino que el liderazgo también cambiaria pronto. A decir verdad, TaeHyung odiaba a su padre abusivo con pasión. Dae-Hee había hecho cosas indescriptibles, pensando que era el rey de la tierra.

En opinión de TaeHyung, un cambio de régimen era necesario desde hacía mucho tiempo.



ººººº



JungKook vio el miedo en los ojos de SeokJin. Su compañero tenía la intención de superarlo. Estaba preparado para perseguirlo, pero justo cuando SeokJin se volvía hacia la puerta se tambaleo hacia atrás, apoyando la mano en la barandilla. Su piel se ruborizó mientras su polla se endurecía.

—Me voy a cortar las pelotas por hacer esto. — Jin se sentó en los escalones abanicándose.

El baño había sido una solución temporal. SeokJin se calentaba de nuevo. Una vez más JungKook se maldijo por precipitarse. Podía ser salvaje y dominante, pero no era un bastardo. Al menos no lo creía. Sus hermanos podrían argumentar lo contrario.

JungKook gruñó cuando oyó un ruido fuera. Se dirigió a su puerta y la abrió. NamJoon y TaeHyung estaban de pie en su porche, mirando a todo menos a JungKook. —Creí que les había dicho que se fueran.

—No puedes evitar que estemos curiosos, —dijo TaeHyung.

—SeokJin no es un espectáculo. —JungKook miró a su alrededor para asegurarse de que Dae-Hee no estaba a la vista.

—No está aquí, —dijo TaeHyung—. JiMin se está asegurando de que se quede lejos.

Como si JiMin pudiera evitar que su padre hiciera lo que él quería. Cuando Dae-Hee fijaba su mente en algo, nada lo detenía. —Dale las gracias JiMin.

TaeHyung arqueó las cejas. —¿Estás seriamente siendo amable? 

 NamJoon empujo a TaeHyung con el codo—. No empuje al oso cuando esté en celo.

—No estoy en celo, — dijo JungKook. Había estado luchando contra sus impulsos temiendo lastimar al humano, pero la verdad era que estaba tan duro que podía clavar clavos con su polla—. Ahora váyanse a la mierda.

Cerró de golpe la puerta, esperó un segundo y luego la abrió de nuevo. Sus hermanos todavía estaban allí. TaeHyung tenía una sonrisa burlona en su rostro mientras NamJoon sonreía.

﹫ ꒰ KookJin ⨟ JungKook ꒱ ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora