Cálido como el fuego ( Emiliaco )

❤️‍🔥Capítulo 2❤️‍🔥

❤️‍🔥Joaquín❤️‍🔥

Apliqué un gloss rosa sobre mis labios y me miré por el espejo retrovisor. Venía a buscar a Emily al apartamento de Emilio, donde se estuvo quedando durante todo el fin de semana. Me costaba admitir que quería verme guapo, que me sentía nervioso al saber que lo vería de nuevo después de dos semanas, le pedí a Renato que la viniera a buscar por mí, pero al parecer, tenía una cita con una chica desconocida y no podía. Y tomando en cuenta que a Azul, Emilio no terminaba de caerle bien, pedírselo a ella no era una opción viable.

Pero más allá de eso, no podía seguir actuando como un niño chiquito. Perecía que le tenía miedo al padre de mi hija, hasta él podía ver eso. Tenía que superar lo que una vez vivimos, alejar todo aquello de mi mente y concentrarme en mi presente y en el maravilloso novio que tenía, y en que sería feliz con él, pero para eso tenía que superar y perder el miedo a volver a ver a Emilio Marcos.

Determinado, bajé del auto y me dirigí hacia su apartamento. Era domingo por la noche así que casi no había autos en la calle. Emily mañana tenía escuela temprano, la dejé pasar el fin de semana con su papá Emilio para poder terminar mi trabajo atrasado, además de salir con Patricio al cine y terminar en un hotel de la ciudad teniendo sexo.

Hace años, si me hubiesen dicho que terminaría en una relación con otro hombre no lo habría creído. Nunca se me ha pasado por la mente que pudiera aceptar los besos y caricias de otro hombre que no fuera Emilio, pero en es entonces nunca pensé que nuestra relación terminaría y que yo me iba a quedar con el corazón roto. A pesar de que nuestra hija mejoró todo en nuestras vidas, eso no borraba todo el infierno que pasé a su lado, no por su culpa, pero si por su inestabilidad emocional y su hermetismo y el sufrimiento que pasé después de terminar nuestra relación.

Sacudí la cabeza cuando saludé al portero, me conocía y siempre me dejaba pasar sin avisar antes, probablemente porque Emilio le dio permiso. Me metí en el ascensor y conté los pisos con nerviosismo, no podía evitarlo, la sangre corría rápidamente por mis venas cuando sabía que iba a ver a Emilio. Para cuando llegué al piso de Emilio, simplemente fui hacia su puerta y toqué, mi pie se movía constantemente con nerviosismo. Diábolos, ¿qué pasaba conmigo? Tenía que superarlo de una vez, no podía seguir actuando como un adolescente hormonal cuando lo veía. Abrió la puerta y silencié mi discurso mental.

Mi boca se secó, porque joder, estaba sin camisa tenía una toalla amarrada a su cintura y las gotas de agua aún corrían por su musculoso pecho. Había ganado un buen bronceado, por lo que su piel estaba un poco más oscura. Los dibujos de su reciente tatuaje se veían brillantes y llamativos, dándole aún más un aspecto de chico malo, y ni hablar de su cabello largo cayendo húmedo por sus hombros.

—¿Joaquín? - preguntó, y sacudí mi cabeza, dándome cuenta de que era la tercera vez que me llamó por mi nombre.

—¿Estás aquí o en otra parte? - preguntó Emilio.

Negué con la cabeza, mis mejillas poniéndose calientes y sonrojadas.

— Lo siento, estaba distraído - mentí y él lo sabía, su media sonrisa socarrona me lo hizo saber. Demonios, habían pasado muchos años desde que nos conocimos, pero a veces sentía que era como antes, que seguía siendo aquel Joaquín lujurioso que no podía apartar los ojos de Emilio. — Vine por Emily - agregué.

Él asintió y se hizo a un lado para que pasara. Procuré no tocarlo, pero al entrar, Emilio no se echó para atrás y no pude evitar rozarlo con mi brazo en su pecho. Aquello envió una ráfaga de emoción a mi pecho, porque llevaba demasiado tiempo que no lo tocaba. ¡Tenía novio, Dios santo! Ignorando el estremecimiento de mi cuerpo, pasé directamente a la sala de estar.