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En el presente

—¿Tienen todas sus cosas? Su padre ya está por llegar y no es bueno que lo hagan esperar —dijo Louis  a sus hijos mientras anudaba los zapatos de uno de los gemelos.

—¡Papi, no encuentro mi chaqueta favorita! —gritó Eve con la voz algo llorosa.

Algunas cosas nunca cambian...

—¡Axel, ayuda a tu hermana! —pidió terminando con uno de los gemelos y alcanzó a agarrar al otro que correteaba por la sala sin un zapato.

—¿Por qué tenemos que ir? —preguntó Axel llegando junto a él con expresión molesta. Dejó caer su mochila junto al sofá al tiempo que esperaba una respuesta por parte de su padre mirándolo fijamente con sus profundos ojos verdes. Él había sacado los ojos de Harry y el color del cabello, solo el color porque tenía el cabello liso y algo rebelde al frente como Louis.

—Porque es su padre y deben pasar tiempo con él, sabes cómo es esto, Axel —respondió dandole una pequeña mirada antes de volver su atención a su hijo menor quien estaba todo despeinado.

Los gemelos eran los más revoltosos, con tan solo 4 años le habían causado más trabajo que nadie.

Eric y Luca eran de alborotado cabello castaño claro y hermosos y expresivos ojos de un color que Louis no terminaba de decidir si eran verdes o azules. Eran la perfecta combinación de él y Harry, y eso al principio había dolido, pero ya no. Habían pasado cuatro años y tenía más que asumido todo lo ocurrido.

Al principio había sido difícil, el primer año fue casi imposible, debía mantenerse bien y feliz frente a sus hijos, pero no podía evitar desmoronarse en la soledad de su cuarto que solo le recordaba a Harry y que lo había perdido. Sobre todo por el duro golpe que había sido el hecho de que al poco tiempo del divorcio, su ex marido comenzara a salir con su secretaria. Una bella mujer que Louis conocía y hasta había compartido cenas y otros eventos de la empresa con ella. Ciertamente había sido una sorpresa, y había llenado su corazón de dudas y preguntas, pero pronto las había abandonado, incluso había aceptado bastante bien cuando se habían casado hace dos años.

Había tenido que superarlo todo a la fuerza, estancarse no era una opción, no con cuatro hijos, y así como Harry había rehecho su vida, él también había intentado lo mismo.

Aunque no con tanto éxito como su ex, pero al menos lo intentaba, y tenía su vida bastante más ordenada, tenía tiempo para todo, trabajar, ser padre y tener vida social, incluso su divorcio y la custodia de los niños estaban en completo orden. No podía irle mejor.

De hecho, la custodia, qué usualmente era un tema de constante discordia entre exesposos, había sido algo fácil de revolver, pues con Harry habían llegado al acuerdo de que los niños pasarían dos fin de semanas al mes con él y el resto del  tiempo vivirían con Louis. Ninguno había discutido, ninguno había peleado, lo habían propuesto y habían aceptado sin darle más vueltas al asunto, llevando aquel aspecto del divorcio en paz.

Y por tres años, habían llevado bastante bien todo el tema de las visitas, hasta hace un año, cuando por temas de trabajo, Harry había tenido que viajar fuera del país, poniendo pausa a su acuerdo, sin embargo, ahora Styles estaba de vuelta y había pedido retomar su acuerdo, cosa a la que Louis no se había opuesto.

Louis siempre le había inculcado a sus hijos a querer y aceptar a Harry, no les hablaba mal de él ni les influenciaba odio hacia el rizado. Es cierto que lo había dejado, pero eso era algo de ellos como matrimonio y no tenía por qué afectar a sus hijos, aparte no le guardaba rencor, le dolía a veces pensar que había fracasado, porque lo había amado enormemente, pero la vida seguía y era bueno avanzar sin rencores pesando en tu corazón. Te hacia la vida más llevadera.

Ni conmigo ni con nadie (Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora