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Después de mucho pensar me he dado cuenta de que la gente realmente es muy infeliz. Si fuesen felices no sentirían la necesidad de meterse con otra gente, o reírse de ella. He llegado a esta conclusión después de aguantar muchas risas a mis espaldas, muchas burlas y golpes. No es fácil ser una chica y que te guste el fútbol o que no te gusten las muñecas y tampoco es fácil no encajar en lo que la sociedad considera "normal" por eso quiero escribir esto. Porque creo que hay muchas chicas que lo están pasando mal por este tema. Espero que estas tristes palabras sirvan para que se den cuenta de que son geniales, que valen mil veces más que esas personas que les han hecho la visa imposible o que lo ha intentado. Que puede que tengamos quilos de más, pero eso se puede llegar a arreglar, con mucho esfuerzo y ayuda, pero su gilipollez jamás remitirá y seguirán siendo así cuando crezcan. Solo deseo una cosa. Que esas personas jamás tengan hijos con sobrepeso porque entonces se darán cuenta de lo que nos han hecho pasar y se odiarán por eso y como no supieron comportarse cuando eran jóvenes, ¿quién nos ice que sabrán hacerlo cuando sean mayores?, ¿quién nos garantiza que esos niños tendrán el apoyo que se merecen? No podemos decir nada sobre el futuro, solo podemos hablar sobre el pasado y el presente, y, por desgracia lo que hay que decir no es demasiado bueno. Si estás muy delgado es malo y si estás gordo también. ¿Sabéis que creo yo? Que tienen miedo de que otra gente se de cuenta de que no todo está en el exterior y que así ya no sean los más buscados en eventos, en locales y discotecas, porque tristemente es lo primero que buscamos de una persona. La apariencia exterior, y es que cuando hacemos eso no nos damos cuenta de que con el tiempo, las tetas se caen, el culo también, empiezan a salir arrugas, canas y vamos envejeciendo. Todos envejecemos, pero hay gente que lo hará feliz con la gente que le quiere y habrá otra gente que lo hará rodeada de gente a la que cree que quiere pero que en realidad se rodeó de ella porque eran bonitos en su juventud.

Por cierto, os escribe esto una persona con sobrepeso que sabe de lo que habla.

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