UN PEQUEÑO EMPUJONCITO

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Ya ha pasado un buen rato desde que David, Esperanza y K entraron en este bosque, parecía eterno y era como un laberinto de árboles gruesos y alargados que se elevaban hacia las nubes. Solo pequeños rayos de luz se filtraban por las hojas cristalizadas de los árboles que causaba que la iluminación se dispersase por todo el suelo de ese extraño bioma amarillento.

David caminaba con desgano, ignorando los consejos de las diosas y quejándose constantemente. Quería despertar ya y volver a su casa. Estaba seguro de que alguien le estaba esperando ahí en la realidad, su família o amigos seguramente se estubieran preguntando el por qué estaba teniendo una siesta tan larga.

-David, céntrate en el 'aquí y en el ahora'. ¡Concéntrate en el presente y disfruta de este precioso paisaje!

-¿Precioso esto? No me gustan los bosques, es el paraíso de los insectos y hiervas venenosas. ¡Además de que está todo amarillo! Estoy empezando a odiar mi imaginación.

El joven de cara pecada hacía caso omiso a los consejos de Esperanza, que seguía caminando a su lado izquierdo con una sonrisa de oreja a oreja, le parecía divertido como se comportaba este humano. Por otra parte, K estaba caminando al lado derecho de David en silencio, escuchando la conversación ajena y las quejas del joven con una mirada precavida pero algo intrigante. Los huecos vacíos del Collar de la Segunda Oportunidad que colgaba del cuello del joven captó la atención de la mujer de rojo, se preguntó si ese pecador sería capaz de cumplir la misión y poder rellenar todos los huecos vacíos de ese artefacto mágico.

A medida que seguían avanzando, el bosque amarillo se volvía más frondoso y la luz del sol filtrándose por las hojas, creaba una atmósfera mágica. A pesar de esto, David se mantenía con su actitud de desinterés y desprecio ante la situación, caminaba en la deriva al no saber a dónde ir. Las Diosas simplemente lo seguían.

Evidentemente, el comportamiento del adolescente empezaba a irritar a K, que se detuvo delante de David y le habló con un tono amable pero firme.

-David, necesitamos que te tomes esto en serio. No solo estás en una misión importante, sinó que también estás en un mundo completamente diferente al tuyo y necesitas aprender a adaptarte y a ser respetuoso con tu entorno. No sabes cuánto tiempo estarás atrapado aquí asíque lo mejor que puedes hacer en este momento es que hagas un esfuerzo y luego se te recompensará.

La última frase la vocalizó con un toque de amabilidad, tratando de entrar en razón con el pelinegro y darle algo de intriga con su última frase dicha. David simplemente la apartó de su camino y siguió en línea recta, no iba a perder su tiempo en responderla.
Esperanza vió el rostro molesto de su compañera y decidió actuar antes de que hiciera pagar al adolescente por su actitud actual. Corrió hacia David y lo agarró por la muñeca, aturándolo. De la palma de la mano de la morena, surgió una muy leve luz color verde claro que parecía adentrarse en la tez pálida del chico.

-David, sé que no estás muy emocionado por estar aquí, ¡pero piensa en todo lo que puedes aprender o descubrir aquí!

Empezó a hablar con una amable sonrisa en su rostro mientras que su control sobre David pasaba desapercibido por los ojos marrón y verde del chico, que la miraba en silencio.

-Puede que hasta descubras algo que te guste o que te hage feliz. Y si no encuentras nada, solo el hecho de estar rodeado de tanta belleza y misterio debería ser suficiente. Ka... K y yo solo somos dos Diosas que estamos aquí para ayudarte a volver a tu hogar, juntos podemos ayudarte a hacer esta caminata más gratificante.

David, al escuchar las palabras de Esperanza, sintió unas chispas esperanzadoras encenderse en su interior. Poco a poco empezó a mirar a su alrededor, esta vez con algo más de atención; Los gruesos y robustos árboles que su textura era de unos cristales opacos y gruesos, las formas irregulares de los troncos y arbustos, las hojas eran largas, punzantes y hechas de cristal y la hierba amarilla en sus zapatillas era elevada y abundante. Este bioma desprendía una atmósfera llena de una energía mágica pero a la vez el oxígeno se sentía muy fuerte y frío. Pero ahora por alguna razón, se sentía con ganas de continuar.

-...Vale, quizás deba prestar más atención a mi entorno. El amarillo es un color que reclama atención después de todo.

Dijo el adolescente tras soltarse de las manos de la mujer de verde. Su voz y comportamiento era fluído, como si alguien le hubiera persuadido a comportarse y a hablar de esta manera. Este acontecimiento no se le pasó por desapercibido a K, quien esperó a que David se alejara lo suficiente para que no las pudiera escuchar.

-¿Has usado tus poderes para transmitirle esperanza? Sabes que no podemos interferir ni en las acciones del chico como con los habitantes de este mundo en este momento, solo estamos aquí para vijilarle. Estamos recién empezando y no podemos tomarnos muchas libertades para controlar sus decisiones a nuestro placer.

-Tranquila. Es solo un pequeño empujoncito para empezar, ya verás que...

La Diosa dejó de hablar tras dirijir su mirada al frente, K notó el desconcierto que se había formado en Esperanza de un momento a otro, asíque la sacudió levemente del brazo para que le explicase lo que sucedía. Esperanza señaló al frente y los ojos heterocromáticos blanco y negro de K miraron al sitio señalado; Había una pequeña zona a unos cuantos metros de ellas con varios arbustos y hierba torzida y rota y, en el suelo, el bolso bandolera de cuero de David. El adolescente había desaparecido.

Una Segunda Oportunidad [BETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora