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Jimin estaba en la orilla del lago agradeciendo poder estar libre de la indina que lo había atacado sin embargo eso no justificaba que estuviera en quién sabe dónde aunque bueno poniendo un contexto el nunca decidido a donde quería ir si era que el portal funcionaba por lo cual supone que el lugar elegido para el viaje fue al azar.

Pero analizándolo los hechos las ondinas eran seres de agua dulce y aunque eran muchas en un inicio la invasión de diferentes especies a nuevos territorios les causo que su población disminuyera eso hasta que quedaron solo tres lugares en donde las ondinas vivían y se reproducían, el primero era en una corriente de agua dulce que estaba dentro de las montañas del exterminio caracterizadas por poseer especies peligrosas y hierbas de muy alto valor medicinal por lo difícil de su obtención, pero notando que no estaba en una cueva ese lugar quedaba descartado.

El segundo eran las cascadas de los malditos ganando su nombre porque a todos aquellos que cometían crímenes imperdonables eran lanzados hacia las cascadas que se concentraban en un agujero de kilómetros de longitud con aguas violentas y turbias así que viendo el agua calma solo le quedaba una opción y Jimin supo que era el auto odio.

El sonido de una cachetada se escuchó y bueno Jimin se había golpeado a sí mismo por ser tan estúpido porque pudiendo llegar a cualquier parte tenía que llegar a ese maldito lugar.

— ¡Eres un idiota Park Jimin! De todos los lugares ¿Por qué aquí? ¡¿Por qué?! —grito lanzándose de manera dramática sobre la mojada tierra golpeándola con los puños cerrados.

— ¿Termino tu autocompasión? —dijo una voz desde los árboles causando que Jimin dejara de lamentarse y ponerse en guardia parándose rápidamente sin embargo el dolor en su pierna lo detuvo cayendo nuevamente de manera estrepitosa y muy vergonzosa para Jimin.

—La ondina aún no ha perdido su encanto —le dijo burlón causando que Jimin le diera una mala mirada —pero es un logro que hayas salido con tu cuerpo casi intacto —le dijo viendo la pierna del chico —bueno debemos de ir a tratar esas heridas o se pondrán feas —dijo realizando una señal causando que más personas salieran de entre los árboles.

—Maldición primero el vampiro y ahora elfos mejor déjenme con la ondina —Jimin no pudo seguir diciendo algo más por qué alguien lo había dejado inconsciente.

Cuando Jimin despertó estaba en una habitación muy diferente a la que el vampiro le había dado que esta era más acogedora esta tenía ese toque que las diferenciaba además en esa habitación había muchas plantas que Jimin ni se inmutó en identificar además de que había demasiados libros y había frascos con líquidos de diferentes colores y pócimas muy brillantes.

Jimin sabía que debía de irse porque permanecer en cualquier lugar era peligroso para él sin embargo cuando quiso levantarse de donde estaba recostado un dolor punzante en su pierna lo detuvo por lo cual quitando lo que lo cubría noto que tenía ropa diferente puesta además de que desde su parte inferior estaba desnudada y su pierna vendada.

Con cuidado retiro las vendas para saber qué tan grave era la herida y cuando estuvo descubierta noto tres rasguños muy pequeños sin embargo en donde se había abierto la piel lucia de un color gris como el de la ondina y en el área cercana de ahí la piel se volvía de un color morado como un feo golpe sin embargo antes de que continuara su análisis la puerta se abrió viendo ingresar al mismo elfo que se había burlado de él cuando estaba en la orilla del lago.

El elfo que era un poco más pequeño que Jimin vestía togas de un color azul claro con un bastón bastante deteriorado además de que tenía su cabello recogido con pequeñas trenzas en él y en una de sus manos llevaba una pequeña canasta con diferentes plantas medicinales.

Zahorí (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora