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02. [the now]

"Si tan solo supieras lo mucho que me gustabas, pero veo tus ojos cuando él va pasando"

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YeoSang en estos momentos se encontraba en el patio principal de la universidad, esperando a que su amigo SeongHwa llegara para así conversar un rato con él.

No tuvo que esperar tanto cuando vio al mayor en la lejanía, para después ver como se acercaba a él con la misma sonrisa y alegría que tanto le encantaba ver al más joven. En su mayoría de veces, YeoSang esperaba a que el azabache llegase para platicar con él; esa era la única forma en la que podía conversar tranquilamente junto a él ya que las clases los abrumaban a ambos en las horas universitarias hasta que salían; a la hora de entrada, en la hora del almuerzo y las salidas eran los únicos ratos en los que podía estar a su lado.

Aun el peli oscuro menor no le ha logrado decir lo que en verdad siente por él. Tal vez por no saber que palabras decirle, o probablemente sea porque no quiere escuchar algún tipo de rechazo. Pero aun así fuera por alguna razón, lo que al final siempre estaba de base era el temor y la vergüenza para decírselo.

Ya han sido varios años así; para él fue como un amor a primera vista, solo que no sabe si va a ser correspondido.

—Hola YeoSang, ¿qué tal tu día? —saludó el mayor.

—Pues bien ¿y el tuyo? —respondió su contrario.

—Muy bien —dicho esto ambos comenzaron a caminar para dar tiempo a que sonara el timbre —. Oye, sabes que durante estas semanas voy a estar algo ocupado por lo de las elecciones de los nuevos presidentes de clases por si no te has enterado —le comentó el azabache mayor.

—Vaya... ya llevas años en ese puesto y ahora vas a dárselo a otro, sigo sin poder creerlo —le dijo Kang.

La más joven aún se recuerda aquella vez que SeongHwa le había dicho que se iba a postular para presidente de su clase; ya ha pasado un año desde ello. Y ahora es el azabache quien tiene que hacer las nuevas elecciones.

—Sí, ya ahora le toca a alguien más hacer mi trabajo —dijo el mayor mientras veía al frente.

Ya ambos estaban por uno de los pasillos pasando el rato y platicando de cualquier cosa que se les viniera a la mente; YeoSang le explicó un poco sobre las nuevas clases de piano que estaba recibiendo y SeongHwa le comentó de los exámenes que tenía pendientes durante este mes.

—¿Desde cuándo estas tomando clases de piano? —preguntó SeongHwa con cierta curiosidad.

El mayor detuvo su paso y recostó su espalda en la pared más cercana que tenía; YeoSang por su lado, prefirió quedarse de pie al frente de su contrario.

—Desde hace un mes atrás, sino que me había olvidado decirte —respondió el más joven.

El mayor asintió a la respuesta de su contraria y siguió el tema.

—Tranquilo, a ti casi siempre se te olvida todo —dijo con cierta risa.

—No me causa risa SeongHwa —contestó el más joven con algo de sarcasmo en su voz.

—Bueno aja, como te decía —dijo el azabache volviendo al tema —; el piano tiene una melodía muy hermosa y perfecta. Espero algún día escuchar como tocas Yeosi.

El corazón de la menor nuevamente se comenzaba a acelerar por aquellas palabras. Para él sería un honor que SeongHwa lo escuchara tocar el piano; mostrarle a él lo que ha aprendido con el lapso de tiempo en que ha hecho las clases, y si se daba la oportunidad, le podría hasta tocar una linda melodía, solamente, y dedicado para él.

—En algún momento te puedo mostrar lo que he aprendido —respondió YeoSang con una sonrisa en sus labios.

—Claro, me parece más que perfecto.

El brillo en los ojos del menor se hizo notar. El mayor en serio lo quería escuchar alguna vez y él lo iba a hacer. Iba a tocarle una pieza a SeongHwa.

Las miradas de ambos estaban conectadas junto al cómodo silencio que había en el alrededor, hasta que el mayor desvió su vista hacia un lado. El menor por curiosidad volteó a ver hacia el mismo lugar donde observaba el azabache y al notar que estaba viendo sintió una rara presión en su pecho.

YeoSang volteó su vista al mayor y éste aún seguía observando a aquel chico de cabellera rubia, lindo, pero no de tanta altura. Luego de unos cortos segundos fue que Kang se percató que los ojos del mayor tenían un brillo peculiar, uno que jamás había notado el más joven.

—Oye YeoSang —habló el mayor ahora observando a su amigo —. Me tengo que ir, tengo que hablar unos asuntos sí —dijo para luego alejarse lentamente —. ¡Hablamos dentro de un rato! —dijo en un tono alto cuando ya estaba lejos.

—Ok, está bien —fue su respuesta casi que inaudible para el azabache.

Él no sabía ni como se sentía en este instante. Sus manos estaban frías, y ahora sentía algo de preocupación; observó cuando su amigo se acercaba a aquel otro chico mientras se alejaban juntos. En ese momento sintió como su corazón se estrujó de una manera diferente, y no era algo que le gustaba mucho.

Aquel chico con el que SeongHwa se había alejado lo conocía, no mucho, pero si sabía quién era.

Era del mismo salón que el azabache y también era amigo de él; y da la casualidad que sabía su nombre.

Él se llamaba... HongJoong Kim Heather.