Don't forget me, I need you (Billy Hargrove) #2

⚠️Capítulo 1. La historia olvidada. ⚠️

AVISO. ESTE CAPITULO CONTIENE ESCENAS EXPLICITAS DE VIOLENCIA FISICA, PSICOLOGICA Y SEXUAL, AL IGUAL QUE HABLA DE TEMAS QUE PUEDEN CAUSAR IMPACTO, DESAGRADO O CUALQUIER TIPO DE ALTERACIÓN EN LA PSIQUE DEL LECTOR, FAVOR DE LEER CON DISCRECIÓN (CAPITULO APTO PARA MAYORES DE EDAD).

1981 a 1983, de New York a Hawkins, Indiana

Era un día común en la vida de Alinka, quien no pasaba desapercibida por sus compañeros en su clase, los cuales siempre le agradecían cuando esta les daba su ayuda para entender la tarea o simplemente pasarla, algo que ella hacía porque no le afectaba en nada, desde su primer año hasta ese momento, siempre había sido la que sacaba buenas notas, la número uno en la clase y la número uno en el corazón de Augustus Lee, desde el momento en la que esta se enfrentó a los matones de la clase para salvarlo de una golpiza que seguramente le dejaría con dos ojos hinchados y prácticamente sin ver.

Su estilo de vestir era muy diferente al actual, para ese entonces utilizaba faldas o vestidos, solo se ponía jeans cuando tenía frío, de la misma manera, su personalidad era energética, inocente y alegre, aunque podía captar rápidamente las frases con doble sentido; en ese tiempo trabajaba en una cafetería para ganar suficiente dinero para poder comprar despensa, ya que no hace más de 3 años, había comenzado a vivir sola porque su madre la había abandonado para conseguirse un marido rico, con la promesa de regresar por ella para que juntas vivieran cómodamente, algo que Eva sabía perfectamente que no sucedería.

August había comenzado a trabajar en la misma cafetería que la castaña para poder conocerla un poco más, ella siempre fue amable con él, si algún cliente se quejaba con él por llevarle la orden equivocada, Copper se disculpaba por Lee y le entregaba la orden correcta, calmando la situación gracias a su suave voz, esas acciones solo conmueven más el corazón del pelinegro. Fue hasta una semana antes del baile de invierno que el chico se atrevería a invitarla para que ambos fueran juntos, había practicado horas ante el espejo, se lo diría cuando ambos fueran en camino al trabajo.

-- Eva, quisiera preguntarte algo -- el nerviosismo del azabache se notaba a kilómetros, la castaña no era tonta, sabía perfectamente sobre qué era la pregunta -- antes que nada no quiero que te sientas con la necesidad de darme una respuesta.

-- Te escucho -- le sonrió cálidamente mientras lo miraba a los ojos, causando un sonrojo bastante notable --

-- ¿Te gustaría ir al baile de invierno conmigo? -- esperaba ansioso la respuesta de la chica a un lado de él -- claro, podemos ir como amigos si...

-- Pensé que nunca me lo preguntarías -- se detuvo al igual que Lee, acercándose a él y dándole un casto beso en la mejilla y acercándose a su oído -- si quiero ir contigo, y no en plan de amigos -- posteriormente se fue corriendo a la cafetería, algo avergonzada por lo que había hecho, mientras que August se quedó paralizado sobre la acera, tocando la mejilla que acababa de ser besada y sonriendo como un completo tonto --

El día del baile de invierno, ambos chicos se vieron enfrente del complejo departamental donde vivía Alinka, para después ir caminando a la escuela mientras se tomaban de las manos, Copper llevaba un resplandeciente vestido de lentejuela color magenta de un solo hombro descubierto, zapatillas del mismo color y un maquillaje llamativo e igual de salvaje que su cabello naturalmente rizado; mientras que Lee era un poco más casual, vistiendo jeans azul claro, una camisa rojo con el logo de un grupo puck emergente, igual que una chaqueta de cuero negro y picos metalicos, aunado a su cabello relativamente ondulado y largo que lo hacia ver como una estrella famosa. Una vez que llegaron al baile, bailaron animadamente, llevandose una que otra mirada por parte de sus compañeros de clase, se habían convertido en una pareja bastante peculiar, ya que muchos jurarían que nunca podría haber ningún tipo de relación entre ambos -- era como juntar a Eddie Munson y Chrissy Cunningham, solo que el primero sería en una versión retorcida, y la segunda no se había convertido en porrista, era la creadora del club de literatura --.