𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 26

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¡Qué locura de desarrollo!

Bonita me dijo que nunca entrara al césped.

Estaba en agonía mientras miraba la pelota que se detuvo un poco lejos.

¿Debo pedirle a Bonita que lo recoja cuando venga? Pero creo que puedo conseguirlo, ¿y esperar a que venga Bonita es algo así como...?

Me paré frente al césped y comencé a patear.

Me dio mucha vergüenza tener que esperar a que Bonita medirá la  pelota.

No es que Bonita sea inmune a los insectos.

Y ya lo pusieron en cuarentena... ¿No estaría bien ahora?

A pesar de que me he reencarnado como un personaje de una novela... no soy la heroína. ¿Cómo podría ser mordido por insectos como este?

Ya he pasado por un evento de secuestro.

"Estaré bien".

Apreté los puños y levanté el pie izquierdo hacia el césped. Solo toma la pelota y sal rápido.

Para reducir al máximo el tiempo que pasaba en el suelo, movía los pies ligeramente con pasos rápidos.

Caminaba con cuidado hacia la pelota cuando vi una figura negra que desaparecía a lo lejos entre los arbustos.

¿Fue el perro que vi la última vez?

Intenté correr hacia la figura negra pero me detuve. Cuando le pregunté a Bonita, dijo que no había perros en la mansión de Conler.

Me froté los ojos y volví a mirarlo porque pensé que lo había visto mal… La figura negra desapareció como una mentira.

¿Qué, realmente me equivoqué?

¿Perdí toda mi energía porque ayer estaba con el Gran Duque Estin...?

"¡Señora!"

Estaba parado aturdido cuando escuché a Bonita llamándome desde lejos, así que miré hacia la mansión. Al ver a Bonita correr más rápido, me di cuenta de dónde estaba parado ahora.

Bien. Entré al césped para recoger la pelota.

Para tranquilizar a Bonita, recogí rápidamente la pelota e intenté mover mis pasos hacia la fuente….

"¡Ay!"

Sentí un dolor punzante en el tobillo.

Supongo que... Parece que me mordieron.

Levanté la vista con una mirada de sorpresa y vi a Bonita tirar la bandeja con las galletas y correr hacia mí…….

"¡Señorita!"

Mi visión pronto se volvió borrosa y gradualmente se desplazó hacia abajo en contra de mi voluntad.

Vi la galleta caer al suelo y romperse en pedazos.

Esa galleta es realmente, realmente deliciosa... Era una galleta que no había comido en una semana, es un desperdicio.

Me estaba riendo de mí mismo pensando de esa manera, así que resoplé por un segundo...

Y el frente de mis ojos brilló.

Así es como perdí la conciencia.

******

Al enterarse de la noticia, el Gran Duque Estin y Lucas se apresuraron a entrar en la habitación del niño.

El médico de la familia Conler estaba examinando al niño.

La alborotadora hija del gran duque quiere vivir sola Donde viven las historias. Descúbrelo ahora