33.- ¿La felicidad absoluta existe?

605 77 5
                                    

Me desperté ante el buen olor que recibían mis fosas nasales. Wow... Olía que alimentana, pero mi cuerpo no era capaz de levantarse... Estaba MUUUUY cansada. Normal, ayer nos dormimos todos tarde y estoy segura de que nos tocaría alzarnos temprano.

Que triste que en mis días libres no pueda dormir 15 horas diarias, pero eso es tiempo que podría estar invirtiendo en estos grandiosos chicos. Aunque no creo que mi amor por estos muchachos sea superior a mi amor por dormir, así que cerré mis ojos de nuevo para volver al mundo de los sueños.

...

– ¿Tú crees que esté muerta? -- Quería seguir durmiendo pero mi mente no entraba en estado de subconsciencia por más que la forzaba.

– Uiss, espero que no. Nos matarían los demás... -- Aaaaaa, seguramente ya haya dormido mis dichas 15 horas.

– Mira, mira. Se está moviendo. -- También podría ser la mini resaca que no me dejaba seguir descansando.

– ________, despierta ya es muy tarde. Van a ser las 12... -- ¿Las 12? Entonces era el dolor de cabeza de tomar chupitos con Otoya por masoquismo.

Abrí los ojos para ver quiénes era los que estaban hablando. Ví a Bachira, Isagi y Chigiri. Al trío del antiguo equipo Z. Observé a mi alrededor y los únicos que seguían acostados junto a mí eran Otoya y Nagi.

Chigiri me veía con su mirada dulce y Bachira no paraba de estrujarse a mi lado como su fuera un cachorrillo buscando atención. Isagi estaba observándome intensamente.

– ¡Parad de mirarme! Estoy hecha un desastre... Bachira, aparta que huelo a alcohol. -- Suspiré mientras me levantaba. – Me iré a dar una ducha y a asearme.

Fui con Isagi ya que el chico estaba muy tenso y me miraba demasiado. Chigiri no tardó en notarlo y Bachira fue a despertar al resto a lo bestia. Cuando capté su atención en mis palabras, le susurré.

– Tranquilo, lavaré tu ropa y te la devolveré. No deberías mirar a una mujer con esos ojos, parece que me estás comiendo con la mirada, tonto. -- Mis neuronas conectaron después de alejarme de él.

Mi cara se sonrojó y me maldije por siquiera pensar en decirle eso. Me moría de vergüenza, pero estaba segura de que con una ducha se me pasaría. De repente, noté un brazo alrededor de mis hombros y como otros brazos rodeaban mi cintura.

– Te acompañó a la ducha, amor. -- Dijo Otoya sin vergüenza alguna.

– Yo también me quiero duchar contigo, ________. -- Añadió Nagi apretando su agarre en mi cintura.

Con suerte apareció Reo a mi rescate seguido por Karasu. Karasu estaba enfadado con los dos chicos por sus insinuaciones y Reo venía a controlar la situación. Yo los dejé peleándose mientras me iba a duchar.

...

La ducha era agradable... El agua fresca tocando mi piel, rozandola al ritmo de las gotas cayendo al suelo. El hermoso sonido de aquella ducha llenaba mis oídos mientras me preparaba para lo que sería el desayuno o, mejor dicho, almuerzo a esa hora jajaja.

...

Antes de presentarme dejé la ropa encima de la lavadora con una nota que ponía: "Ropa de Isagi pendiente de lavar por _________."

Entonces cuando llegué todos estaban sentados en la mesa, algunos más adoloridos que otros por el alcohol.

Me senté al lado de Reo y de Karasu y en frente tenía a Otoya. Yukimiya vino con pastillas para los afectados. Varios tomamos, pero no todos, tenía que haber algún responsable entre tanto loco.

– Yo pensé que _______ no tomaría ya que parecía estar dispuesta a hacer cualquier reto o a responder cualquier pregunta. -- Comentó el modelo.

– A ver, si, pero, cuando Otoya me ofreció concurso de tragos, no pude evitarlo. -- Dije mientras reía levemente. – Ya sabía que iba a ganar.

¿Un fútbol monocromo? (Blue lock × Reader) [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora