Reborn/Conway (One Shots Parte 3)

Conway 2

Conway esta postrado en una camilla inconsciente, recién rescatado de un secuestro.

Hace unas semanas secuestraron al superintendente, en el momento en que los atraparon, golpearon a los comisarios dejándolos tirados en el suelo inconscientes.

Soy inspectora, así que decidí tomar el mando en esta situación, mis compañeros fueron los primeros en pedirlo, luego de insistencias acepté para organizar la malla de arriba abajo. Los comisarios cuando salieron a los pocos días del hospital se encontraban perdidos, y yo había avanzado bastante, estaba día y noche buscando el más mínimo rastro; así que no se negaron a estar bajo mi mando.

En mi vida pensé que podría llegar a hacer algo así, rescatar al super perfectamente, siendo inspectora. Me siento una privilegiada al ver como los mismísimos comisarios me dejaron al mando, a su total disposición, que toda la malla este dispuesta a confiar en mi y ayudarme.

Estoy sentada a su lado, me siento mal por haber tardado en rescatarlo; seguro que si lo hubiese encontrado antes estaría en mejores condiciones.

Otra cosa, antes de todo esto el se comportaba de forma muy rara conmigo, siempre fue muy cercano a Horacio, Gustabo y a mí, pero poco a poco fue cambiando su actitud conmigo. Mis amigos lo notaban, le preguntaron, pero no dijo nada. Los comisarios intentaron averiguar también, pero nada. No había hecho nada malo y el me trataba peor que a los demás, los mismos regaños y ordenes, pero solo eso, ni saludar al entrar o irse.

Volkov está a mi lado soltando suspiros mirando a su mejor amigo. Gustabo y Horacio están parados frente a los pies de la cama. El resto de la malla este alrededor del superintendente.

Me siento mal, me duele verlo así, es alguien a quien admiro; pero entre que me ignoraba y ahora que lo secuestraron, rescatándolo inconsciente luego de que lo hayan torturado, se mezclan las emociones. Intento aguantar las lágrimas.

Los policías comienzan a irse poco a poco, menos los comisarios y mis mejores amigos.

Solange: - ¿Por qué no lo salve antes? Si hubiese sido más rápida -.

Volkov: - Haz hecho un muy buen trabajo Argento, no se sienta mal -.

Solange: - No, bueno sería si estuviese despierto, aunque este algo golpeado. Encima se va a enojar por que no lo rescate como debía, es decir despierto y con pocos golpes, no casi muerto -. Apoyo mis codos en mis rodillas, y tapo mi cara con mis manos.

Horacio: - Que haz hecho un gran trabajo, tu sola dirigiendo a la malla, y encima todos nerviosos -.

Gustabo: - Mejor que ese viejo no se haga el olvidadizo, ni te trate mal, si no terminara otra vez en camilla -.

Los días pasan y siguen igual, inconsciente en el hospital, con visita diaria de todos los policías.

Mientras hablo con Torrente, se escucha como a todos los policías en la sala les llega un mensaje, reviso mi celular, es el grupo de la malla, informando que Conway despertó.

Los compañeros me dan el pésame para cuando llegue el jefe, que buena gente.

Conway: - ¡Argento! -. Que ganas de cabecear una bala. Volteo para verlo, estoy nerviosa y las miradas de mis compañeros no ayudan. Esta parado junto a Volkov en la puerta. – Ven conmigo, Volkov sígueme -. El comisario caminando detrás de su jefe, me sonrió de lado.

En el despacho, me quedo al lado de la puerta, tensa, con los hombros en alto, apretando mis dedos de los nervios. Respire hondo esperando mi despido, mi regaño, o lo que sea.

¿Qué hice de malo? ¿salvarlo?, supongo que le contaron como fue la cosa, y no le mintieron.

Se sienta en su lugar mirándome mal, como siempre, pero esta vez no tendría que ser así. Siempre imagine que si lo salvaba me trataría como cuando mis amigos lo hicieron, con un abrazo y un buen trabajo, es solo una fantasía que me trate con un poco de respeto, y con los últimos tratos antes de todo esto, es algo imposible, ni en sueños.